Katy Perry volvió a protagonizar un momento incómodo por no cantar en vivo en sus presentaciones. Esta vez el papelón se produjo durante la ceremonia de entrega de los premios franceses NRJ Music Awards.

El maestro de ceremonias había anunciado el ingreso de la cantante al escenario y de improviso, sin que ella todavía esté preparada, empezó a sonar la canción Roar. Perry salió al escenario para intentar salvar lo ocurrido, pero sufrió algunos problemas de sincronización con la pista.

El momento pasó a mayores cuando el conductor de la gala debió ingresar al set e interrumpir a Perry para pedirle, cortésmente, que comience todo otra vez. Perry aceptó sorprendida, pero ya en este segundo intento optó por cantar en vivo.

Como se recuerda, Katy Perry ya había protagonizado un accidente similar durante un concierto en Australia, cuando fingió que tocaba una flauta y también perdió el ritmo de la pista.