“Vivo x el Rock es un oasis en medio del desierto”: Miki González y su mirada al rock de ayer y hoy

Miki González siente que vive en una distopía futurista rockera: un villano habita en un satélite mientras en el planeta no hay comida (ni espacios para tocar). Sin exagerar, considera que en los tiempos difíciles para el rock, este es el momento perfecto para realizar un festival que reúna a los artistas que siguen apostando, o apostaron en algún momento, por este género.

“Esto es una carrera que resistencias, y lo que cuenta es que seguimos en pie, al igual que el rock, porque los artistas nacionales, como ese género, nunca morimos”, afirma Gonzalez, quien se prepara a tocar éxitos de su repertorio en el festival Vivo x el Rock junto a artistas nacionales como Masacre (con sus miembros originales) y G3.

Mientras en España la dictadura de Francisco Franco llegaba a su fin, en los callejones de Santa Cruz, Miraflores, rumbo a las playas, Miki González observaba a los ya extintos personajes: hombres con radios gigantes sobre el hombro, reproduciendo casetes de aquellos primeros artistas de rock en español que, como él, se aventuraban a crear composiciones originales.

“Atravesábamos el tiempo del auge del rock en inglés y la era previa al boom del rock en Latinoamérica. Ese contexto me favoreció porque yo era flojo, y en lugar de adaptar canciones del inglés con covers, se me hizo más fácil escribir mis temas desde cero”, comenta el artista, quien encontró su primer éxito de rock pop con el tema “Dímelo, dímelo”.

No solo la forma de escuchar música era distinta, con casetes y vinilos, sino que los conciertos y festivales también se vivían de otra manera. Grandes aglomeraciones de una juventud limeña ansiosa por las novedades musicales se daban cita en estos eventos, donde artistas extranjeros y nacionales estrenaban sus temas.

“Era una gran estela, un posible telonero y una banda de salsa para el final porque había que vender cervezas. Todas las semanas los rockeros teníamos conciertos grandes, eventos de cuatro mil personas. Un solo músico o banda podía tocar al menos una vez por semana”, recuerda González.

“Estar en un mal momento le da un valor diferente al Vivo x el Rock, que hoy es un oasis en medio de un desierto”, sentencia González ante un panorama que, a sus 72 años, ve como una oportunidad para que músicos afines al rock puedan unirse y continuar creando, además de brindar oportunidades a nuevos artistas.

“Ahora es difícil lograr convocar grandes números de asistentes en el rock. Se tiene que hacer casi un festival con unas tres o cuatro bandas para tocar una noche. Los festivales actuales pueden reunir hasta 40 mil personas, pero es un error pensar que uno solo puede convocar esa cantidad. Esto es un trabajo en conjunto”, enfatiza.

Al igual que artistas como Zeta Bosio, quien ahora incursiona como DJ, o Shakira, con sus primeras producciones pop rock, e incluso Juanes, que comenzó su carrera en el metal, Miki González también decidió explorar nuevos rumbos musicales. No fue por falta de amor al rock, sino como parte de una evolución natural de su repertorio, una decisión que todo artista enfrenta en algún momento.

“Yo era muy cerrado con lo que hacía musicalmente, aunque no en lo que escuchaba. Cuando descubrí el rock, me convertí en rockero casi por casualidad. Ahí entendí el verdadero sentido que le doy hasta ahora: el rock no se trata de guitarras, sino de rebeldía”, concluye.