Facebook dijo el miércoles que retiró cuentas vinculadas a un ruso aliado del presidente Vladimir Putin que buscaba difundir a través de esa red social informaciones engañosas en ocho países africanos.
Las operaciones, que se escondían tras identidades falsas, estaban vinculadas al empresario Evgueni Prigojin, quien fue acusado en Estados Unidos de llevar adelante una campaña para influenciar el resultado de las elecciones presidenciales de 2016.
“Cada una de estas operaciones creaba redes de cuentas para engañar a terceros sobre quiénes eran y qué estaban haciendo”, dijo en un comunicado el jefe de ciberseguridad de Facebook, Nathaniel Gleicher.
"Hemos compartido información sobre nuestros hallazgos con quienes hacen cumplir la ley, responsables de políticas públicas y socios de la industria".
Las cuentas tenían como origen a Rusia y apuntaban a Madagascar, República Centroafricana, Mozambique, República Democrática del Congo (RDC), Costa de Marfil, Camerún, Sudán y Libia, según Facebook.
Esta medida representa el más reciente esfuerzo del gigante de las redes sociales para detener intentos extranjeros por generar influencia a través de su plataforma, en Estados Unidos y en otras partes del mundo.
La compañía describió tres operaciones separadas, que apuntaban tanto a usuarios de Facebook como de Instagram.
En total, la red social eliminó 35 cuentas, 53 páginas, siete grupos y cinco cuentas de Instagram.
"Estamos trabajando constantemente para detectar y detener este tipo de actividad porque no queremos que nuestros servicios se utilicen para manipular a la gente", dijo Gleicher.
Investigadores de la Universidad de Stanford que trabajaron en paralelo con Facebook en la investigación dijeron algunas de las cuentas provenían del grupo ruso Wagner, una empresa acusada de proveer mercenarios y que se dice es financiada por Prigojin. Paramilitares de ese grupo habrían sido vistos en Siria, Ucrania, Libia, República Centroafricana, Mozambique, Sudán y Madagascar.
Los investigadores agregaron que la operación parece formar parte de una “estrategia global de Rusia” para reafirmarse como una “superpotencia geopolítica”, y ocurre luego del despliegue de grupos paramilitares rusos en Libia y República Centroafricana.