El perro más viejo del mundo, según lo certificó el Guiness World Records, cumplió hace unos días 31 años y lo celebró al lado de su familia, en un pequeño pueblo Portugal. El dueño de Bobi compartió en secreto de su longevidad y conmovió a los usuarios de las redes sociales.
Bobi es un mastín del Alentejo que vive actualmente con su amo Leonel Costa en la aldea portuguesa de Conqueiros. El último 11 de mayo, el can cumplió 33 años y lo celebró al lado de su dueño, algunos amigos y los cuatro gatos de la familia Costa.
Desde el primero de febrero de este año, Bobi se convirtió en el perro más longevo del mundo tras destronar a Spike, un can de Estados Unidos que había recibido ese galardón por sus 23 años de vida.
El Servicio Médico Veterinario del Municipio de Leiria y SIAC, na base de datos de mascotas autorizada por el gobierno portugués, fue la encargada de verificar la edad del perro, cuya especie suele tener una esperanza de vida promedio de 13 años.
“Bobi es especial porque mirarlo es como recordar a las personas que fueron parte de nuestra familia y lamentablemente ya no están, como mi papá, mi hermano o mis abuelos que ya se fueron de este mundo”, dijo Costa en declaraciones que reproduce The Mirror.
El secreto de su longevidad
De acuerdo con Leonel Costa, que disfruta de la compañía de Bobi desde los 8 años, el secreto de su longevidad puede deberse a que se alimenta de “comida humana” y las “buenas siestas” que toma.
“Tenemos citas regulares (con el veterinario) con él y los exámenes siempre han demostrado que está bien para su avanzada edad”, confesó Leonel.
Además, el ambiente tranquilo que irradia la aldea, donde viven al menos cien personas, juegan un papel importante para el bienestar de la mascota.
Bobi nació junto a otros tres cachorros, pero sus hermanos murieron. Se sabe que la madre del can, Gira, vivió hasta los 18 años.