Un café ubicado en la ciudad de Preston, Lancashire, tiene como particularidad hacer recordar los modales a sus clientes. En el mostrador se lee un cartel en el explican que el precio que deberán pagar por una bebida dependerá de los cortés que lo pidan. La peculiar historia se ha vuelto viral en las redes sociales.
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¿Quién está detrás de todo esto?
Su nombre es Usman Hussain, de 29 años y dueño de Chaii Stop. La cafetería, con sede e Preston, se ha vuelto tendencia en las redes sociales por la particular y única regla para los clientes a la hora de hacer los pedidos.
¿Cuál es esa? Pagarás menos por la bebida o consumo que realices si eres cortés. El establecimiento, que vende donas, chai, comida callejera y postres, tiene el siguiente lema: “Solo buenas vibras”.
Y esto se ve reflejado en el letrero que se observa en el mostrador, donde los clientes pagarán diferentes precios por la misma bebida si son educados, así lo informa el portal The Sun de Reino Unido.
¿De qué manera trabajan?
Según se lee en el cartel, si dices “Desi Chai” tendrás que pagar 5 libras esterlinas (5.60 dólares), mientras que “Desi Chai, please” te costará 3 libras esterlinas (3.39 dólares), pero si lo pides con “Hello, Desi Chai please” apenas será 1.90 libras esterlinas (2.12 dólares)
En diálogo con The Sun, Usman indicó que nunca ha experimentado clientes maleducados, pero sí espera un trato cordial en el establecimiento y se respire la buena vibra, desde que cruzas la puerta y todo lo que implica tu visita en el café.
“Creo que es un buen recordatorio para usar tus modales, porque desafortunadamente a veces necesitamos que nos lo recuerden”, agregó.
Guardado en Facebook
En uno de los pasajes de la entrevista, Usman contó que se inspiró años atrás en una publicación que vio en Facebook de un café estadounidense que tenía esa política y, sobre todo, hacerle recordar a sus clientes los modales.
El sujeto había guardado la imagen en la galería de su cámara durante varios años y decidió probarla en su local, Chaii Stop, porque encaja perfecto con su concepto. “La gente incluso se ríe del letrero, pero funciona, ya que aún les recuerda que deben usar sus modales”, finalizó.
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