Un popular dicho reza: “la realidad supera la ficción” y en muchos casos esta frase tiene un lado oscuro que pocas personas llegan a conocen; tal y como sucedió con una familia de Colorado, Estados Unidos, donde Chris Watts fue el protagonista de una historia terrible: asesinar a su esposa Shanann y sus dos hijas pequeñas con una sangre fría pocas veces vista, al punto que fue bautizado como “El monstruo de Denver”.
Este espantoso crimen no se gestó de un día para otro, todo lo contrario, tomó mucho tiempo para llevarse a cabo, pero tuvo su fatal desenlace el 13 de agosto de 2018, cuando el propio Chris alertó a las autoridades sobre la misteriosa desaparición de su esposa e hijas de 4 y 3 años.
De acuerdo a los videos de la policía que llegaron a la residencia de la familia, el sujeto explicó que no sabía cómo habían desaparecido sin dejar rastro y, aunque desde el inicio, la actitud del padre era un poco errática, no se le consideró como sospechoso de algo en ese primer momento de la investigación.
Sin embargo, amigos y familiares de Shanann dudaban de la versión del esposo de esta, pues aseguraron que la señora Watts no era de las personas que, de un día para el otro, cogían sus cosas y desaparecían sin avisar, absolutamente, a nadie.
El show que el señor Watts montó fue uno que no se restringió a mostrarse compungido y triste ante la policía, también lo hizo en medios de comunicación de cadena nacional donde, incluso, llegó a llorar, pidiendo a su esposa que regrese y le devuelva a Bella y Celeste, sus hijas.
Sin embargo, pronto las autoridades que veían el caso comenzaron a notar que las declaraciones que Chris hizo tanto en medios de comunicación como para ellos presentaban ciertas incongruencias que hizo barajar la posibilidad que Watts estuviese implicado directa o indirectamente en, al menos, la desaparición de Shanann.
Poco después, se comenzó a indagar más en la vida de ambos y, muy lejos de la imagen de familia perfecta y feliz que Shanann (principalmente) quería mostrar en las redes sociales, lo cierto es que el matrimonio se estaba desmoronando, donde ella tenía episodios donde era sumamente invasiva, mientras que él, de forma oculta, se enredó con otra mujer, razón por la cual se había propuesto abandonar a su familia.
Pero, su teatro comenzó a desmoronarse cuando el 15 de agosto de 2018, Christopher no pasó con éxito la prueba del polígrafo, para pocos minutos después, confesar a su padre que, efectivamente, había asesinado a Shanann, pero porque esta, previamente, había ahorcado con sus manos a las pequeñas tras enterarse que Chris la iba a dejar por la mujer con quien mantenía un amorío.
Al ver a sus hijas muertas, Watts dijo que entró en cólera, por lo que terminó estrangulándola, solo para transportar los tres cuerpos a un lugar alejado donde se encontraban tanques de almacenamiento que había alquilado la empresa donde trabajaba, Anadarko Petroleum.
Ese mismo día, el 15, la empresa lo despidió, fecha en la cual se produciría su arresto. El 16, los cuerpos de Shanann, Bella y Celeste fueron hallados a la ubicación donde Watts indicó; la mujer fue enterrada en una tumba de poca profundidad, mientras que las menores estaban dentro de un tanque de almacenaje.
No fue sino hasta el 21 de agosto cuando el señor Watts fue acusado formalmente por cuatro cargos de asesinato en primer grado, pero no se incluyó la interrupción ilegal del embarazo de 15 semanas que tenía Shanann, estado del que Chris tenía pleno conocimiento, inclusive, ya habían escogido nombre para el bebé no nato. También se incluyó en la acusación tres cargos de manipulación de cuerpos humanos fallecidos.
Sin embargo, al poco tiempo, el abogado de Chris, en el programa del dr. Phill, reveló que su patrocinado se reafirmó en que fue él quien asesinó a Shanann después de una discusión sobre el divorcio. Sin embargo, ahora relató que Bella vio todo, es decir, a su papá quitándole la vida a su mamá, pero este le dijo que su progenitora estaba enferma.
Tras esto, puso el cuerpo de su esposa muerta en su camioneta, mientras que las dos niñas en los asientos traseros. Al llegar a los contenedores, Chris confesó que las asfixió, además de relatar que las últimas palabras de una de ellas fue “¡Papá, no!”, siendo Bella, la que vio todo, quien se resistió mientras su padre la mataba.
Durante el juicio, Christopher Watts fue visto nervioso, tenso, se arrepintió de lo que hizo, pero la opinión pública de los Estados Unidos lo odiaba de forma masiva. En las sesiones, en más de una ocasión, se notaban sus manos y piernas temblorosas, con el rostro desencajado.
Esto no bastó para que la justicia le diera una condena de 3 cadenas perpetuas y se sabe que pasa días en prisión leyendo la Biblia, acompañado de una foto de su familia a quienes, aseguran las autoridades, les habla de forma diaria. Por otro lado. la casa donde vivió y murió la mayoría de la familia Watts ha sido puesta en venta, pero, hasta el momento, aún no se ha podido vender.
El caso conmocionó a la sociedad estadounidense en 2018, al punto que Netflix ha publicado una serie documental donde muestra con mucho detalle los pormenores y las consecuencias de este nefasto crimen.