Se tiene muy extendido que, para que una mujer pueda queda embarazada en óptimas condiciones, los especialistas indican que, de preferencia, no se debe contar con un historial amplio de abortos. Sin embargo, Cary Patonai es la muestra de todo lo contrario por las cosas que compartió en línea, un caso que le ha dado esperanza a muchas mujeres en todo el mundo.
¿Por qué? Pues sufrió un total de 19 abortos espontáneos y, por increíble que parezca, salió en estado y hace dos semanas nació Finnley, un hermoso bebé que, aunque usted no lo crea, su peso supera los 6.5 kilos. La historia de esta mujer proveniente de Arizona, Estados Unidos, se hizo viral en las redes sociales.
“Finnley era una pequeña celebridad en el hospital. Todos querían un selfie con él”, expresó la madre de 36 años, sumamente contenta, para el portal Today, destacando que el recién nacido tiene el doble del tamaño promedio con el que suelen venir al mundo los bebés.
Y agregó lo que el médico le dijo al momento del alumbramiento: “El ginecobstetra que realizó la cesárea, dijo que en 27 años nunca había visto un recién nacido de ese tamaño. Hubo mucha emoción en el parto”, detalló.
Sin embargo, este momento de inacabable felicidad para Cary y su esposo Tim no siempre estuvo lleno de alegrías, de hecho, ella pasó por incontables periodos de dolor en busca de su sueño de ser madre. ¿Por qué? Pues atravesó por 19 abortos espontáneos en el proceso de tener a sus 3 hijos (incluido Finnley).
“Dos de los abortos espontáneos fueron pares de gemelos (…) Fue traumático para toda la familia, especialmente para nuestro hijo (Devlen, 10 años). Cada pérdida iba rompiendo su pequeño corazón”, expresó con pesar.
Sin embargo, hoy la alegría embarga a Cary y Tim, pero están impresionados con el tamaño de Finnley, al punto que la ropa que escogieron para el recién nacido, obviamente, no le quedaba. Por ello, tendrán que comprar prendas para un bebé entre 6 y 9 meses, lo mismo que con los pañales.
“Estoy acostumbrado a tener bebés grandes, pero esto estaba en otro nivel (…) Llegó al punto en que apenas podía moverme (…) Me tomaba 30 minutos recuperarme de tomar una ducha”, confesó Cary.
“Nuestra familia, finalmente, está completa (…) Es, absolutamente, perfecto”, sentenció la madre tras asegurar que su pequeño se encuentra sano, pero que tiene una gran afición a largas siestas.
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