Maggie pensó que estaría en los campamentos 3 meses, pero pasaron poco más de 2 años. (Foto: @maggiehiggins4/composición)
Maggie pensó que estaría en los campamentos 3 meses, pero pasaron poco más de 2 años. (Foto: @maggiehiggins4/composición)
Redacción Mag

En existe lo que se conoce como la “industria de los adolescentes en problemas”, los cuales son centros privados que buscan modificar el comportamiento de los adolescentes con reglas estrictas, la mismas que han sido criticadas por muchos como “prácticas abusivas”. Un testimonio de esto se hizo en , cuando una joven contó su en estas instalaciones, una que fue todo menos positiva, la misma que sorprendió a millones de usuarios de esta .

Un relato desgarrador

Nuestra protagonista se llama Maggie Higgins, y en un corto metraje de 17 segundos comparte un montaje de fotos del tiempo en cual se mantuvo en los campamentos de este programa que también se conoce como “tough love” (amor severo), el cual va acompañado de texto explicativo.

“Cuando vinieron a buscarme en octubre de 2011, pensé que me iría por un máximo de 3 meses. Estaba triste porque me perdería la Navidad. Estuve perdida por dos años”, inicia así la muchacha sobre su estadía en este programa residencial privado (que va de campamentos a internados) que buscan cambiar el comportamiento de los adolescentes, pero también “tratar” la salud mental, trastornos alimenticios, consumo de drogas y la “rebeldía”, las cuales han reportado no pocas muertes.

Asimismo, Maggie revela que durante ese tiempo fue presa de una severa y casi dictatorial vigilancia de sus comunicaciones, inclusive, con sus padres: “Solo tenía 15 minutos a la semana para hablar por teléfono con mis padres. El staff escuchaba nuestras llamadas telefónicas y leían todas nuestras cartas”.

Ella, en pocas líneas, da mucha más información valiosa sobre el infierno que vivió en dicho lugar: “Ninguno de mis amigos sabía dónde estaba. Ni siquiera me pude despedir de ellos”.

Adolescente olvidada

En la descripción de la publicación, Maggie lo bautizó como “adolescente olvidado”, el cual ha acumulado 19.9 millones de reproducciones desde que fue compartido el pasado 12 de abril. De inmediato, millones de usuarios reaccionaron ante este triste relato.

“No puedo creer que los padres, realmente, le hagan esto a sus hijos ¿sin previo aviso?”, “¿por qué en todas estas tendencias los niños están sonriendo? Si una foto fuera todo lo que mis padres pudieran ver, me vería tan triste en ellas a propósito”, “404 días. Me llevaron durante 404 días. Mi familia todavía bromea al respecto. Estoy tan dolido por ti”, “3 años aquí. No he hablado con mis padres desde entonces. Nunca los perdonaré. Gracias a ellos, el amigo más cercano que tengo es mi pez dorado”, “nunca pude volver a casa. Mi vida fue alterada para siempre. Ya no tengo familia ni amigos de la infancia”, “por favor, dime que ya no hablas con tus padres. Lamento que hayas tenido que pasar por eso. Sé que pasaste por mucho estando allí”, “siento que tuve que pasar por delante de mi casa y no me dejaron parar a buscar mi osito de seguridad de la infancia”.

Una famosa da voz a quienes no la tienen

Pero, Maggie no ha sido la primera, ni será la última en hablar de esto; de hecho, The Daily Dot informó que todo empezó cuando Paris Hilton narró sus propias experiencias en estas instalaciones la publicar un documental sobre su vida en YouTube, iniciando la campaña que denominó “Breaking Code Silence”, cuya finalidad es presionar a la ley para regular esta “industria”.

Hilton consiguió vistas que superaron las 385.5 millones y, al mencionado portal declaró: “Muchas de estas prácticas se desarrollaron, originalmente, como parte de un culto conocido como Synanon en la década de 1960 y, según muchos sobrevivientes y expertos, equivalen a un lavado de cerebro; todo diseñado para descomponer al niño y producir un niño nuevo y obediente que cumple con las expectativas de los padres”.