Dean Redmond aseguró que el gerente del restaurante no lo apoyó en ningún momento. (Foto: Pixabay)
Dean Redmond aseguró que el gerente del restaurante no lo apoyó en ningún momento. (Foto: Pixabay)
Redacción Mag

Un mesero de atendió una mesa de 26 personas poco antes de la hora de cierre del restaurante en el que trabaja, pero una de las comensales mostró un comportamiento deplorable hacia él, llegando a humillarlo. El camarero no dudó en compartir su en donde, de inmediato, se hizo y recibió el apoyo de la comunidad.

Crónica de un maltrato laboral

Dean Redmond (@deanredmonds) tomó un grupo de 26 personas a una hora que se acabara la atención, pero una mujer lo trató de la peor manera: “estoy como, ‘vamos a tener que dividirlos en dos mesas separadas porque no tenemos una mesa lo suficientemente larga’. Esta mujer comienza a gritar que no tengo idea de lo que estoy hablando y dónde está mi gerente. Así que llamo a mi gerente, sale y dice: ‘oh, está bien, sí, podemos intentar que funcione para ustedes’. Así que vamos y montamos esta mesa gigante en nuestra trastienda”, dice un poco acalorado.

“Para cuando salimos, dice: ‘en realidad, vamos a ir a otro lugar’. En este punto, no me importaba porque ya faltaban 40 minutos para el cierra; de ninguna manera saldríamos hasta las 9:30″, continúa el relato el sujeto que se encuentra dentro de su auto.

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Regresan por más

El día parecía que acabaría con normalidad, pero 20 minutos después las 26 personas regresan para pedir sentarse una vez más, pero Redmond le dijo a una de las mujeres que eso no sería posible porque estaba a pocos minutos del cierre, por lo que pidieron que los atienda el gerente.

La mujer comenzó a quejarse con el superior de Dean, por lo que este se disculpó repetidas veces, a lo que ella insistió que la propina reflejará cómo se sentían respecto al servicio: “para cuando recibo su pedido, literalmente, ya ha pasado el cierre. Pidieron siete botellas de champán porque estaban enojados pues no había alcohol fuerte. La comida tardó 40 minutos, en ese lapso de espera, cada 10 segundos decían: ‘disculpe ¿dónde está nuestra comida?’”

“Hiciste un trabajo horrible”

Los sujetos se quedaron en el restaurante mucho tiempo después del cierre, pero cuando llegó la cuenta todo terminaría mal, pues la mujer enfureció porque el champán costaba 310 dólares, por lo que empieza a gritar de forma descontrolada.

“‘Bueno, no creas que vas a recibir una propina, amigo’ Bueno, ella no sabía que las propinas automáticas se agregan a las fiestas de 14 o más, por lo que se agregó el 25 por ciento a esto, y obtuvimos alrededor de 170 de esta Karen. Incluso, escribió una nota. ‘Sí, hiciste un trabajo horrible’ en una servilleta. Lo arrugué y la quemé, la tiré directamente a la basura”.

De inmediato, fueron miles los usuarios que mostraron empatía ante el maltrato que recibió Dean: “los gerentes, realmente, están recompensando este tipo de actitudes”, “me tomó un tiempo aprender que a los gerentes y propietarios les importa más como se ven en línea y no que tan valorados se sienten sus empleados”.


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