Algunas veces se encarcela a personas inocentes y una muestra de ello fue lo ocurrido con el cubano Joaquín Ciria, quien fue condenado por un crimen que no cometió en Estados Unidos. Hoy, después de 32 años, recuperó su libertad y aquí te contamos su historia que conmovió a los usuarios de las redes sociales.
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Joaquín Ciria es un inmigrante de origen cubano que actualmente tiene 61 años. Cuando tenía 29, sin embargo, sucedió un hecho que le cambió la vida. El latino fue arrestado en 1990 por presuntamente haber asesinado a balazos a Félix Bastarrica en un callejón de San Francisco. Ciria fue declarado culpable de asesinato en primer grado y sentenciado a cadena perpetua, a pesar de que ese día se encontraba en su casa.
Los inspectores de la Policía de San Francisco, basándose en “rumores” de la calle, se empeñaron en asegurar que Ciria era el asesino, según remarca ABC News. Las declaraciones de George Varela, el presunto conductor que se dio a la fuga, también contribuyeron a la detención de Ciria.
La condena se basó, de acuerdo con la fiscal de distrito de San Francisco, Chesa Boudin, en testimonios que fueron falsos. Incluso la autoridad afirma que Varela fue presionado por la policía para que nombrara a Ciria como autor del hecho.
Un caso de condena injusta
En el 2020, Boudin estableció la Comisión de Inocencia del Fiscal de Distrito y, gracias a ello, se revisó posibles casos de condena injusta. La investigación duró 18 meses y se reunió pruebas suficientes para defender la inocencia de Ciria.
“Hace 32 años, te separaron de tu esposa y tu bebé, y eso se debe a que el sistema te falló catastróficamente. “Ahora, por fin, tienes la oportunidad de recuperar tu vida”, dijo Lara Bazelon, presidenta de la comisión, durante una conferencia de prensa junto a Boudin y miembros de la familia de Ciria.
No guarda rencor
Desde que fue detenido por la Policía, Ciria siempre defendió su inocencia. En entrevista con KPIX dijo que cada noche, antes de irse a dormir, tenía la esperanza de que todo se trataba de un sueño; sin embargo, cuando se despertaba caía en cuenta que iba a estar para siempre encarcelado.
En declaraciones a KPIX, Ciria dijo que su fe en Dios es lo que lo llevó a sobrevivir todos estos años y asegura que no está enojado con nadie.
“Quiero agradecer primero a Dios, porque Dios puso a la gente en mi camino para que esto pasara. Dios es grande. Sin Dios no se puede lograr esto”, refirió.
Ahora, el deseo de este sexagenario es reencontrarse con su hijo de 32 años en Cuba. “Me gustaría sentarme solo con mi hijo, llorar con él si tengo que llorar, y explicarle que ya todo pasó”, dijo a la prensa.
Tras recuperar la libertad el último miércoles, Joaquín Ciria tendrá derecho a reclamar una compensación económica de hasta 140 dólares por cada día que estuvo preso sin ser culpable.