Le puede suceder a cualquiera. Hay historias que parecen irreales, que llegan cargadas de una gran cuota de susto, pero con un final feliz. Esto le pasó a Peyton Stover, una mujer de 23 años que acudió al médico con síntomas que asoció a un posible estrés laboral, pero que terminó descubriendo que estaba embarazada. Por si eso no fuera poco, todo cambió 48 horas después cuando le tuvieron que hacer una cesárea de emergencia. El caso sucedió en Nebraska, Estados Unidos, y rápidamente dio la vuelta al mundo cuando se supo que su bebé nació a los 7 meses, con muy poco peso, pero que se encuentra recuperándose y, adicional a eso, comparten el mismo cumpleaños.
“Soy maestra de primer año (...) Pensé que era normal estar cansado todo el tiempo”, dijo Stover a KETV al recordar la razón por la que acudió a consulta, además de sentir fatiga, notar cambios en su cuerpo y ver hinchazón en sus piernas.
Fue ahí cuando el médico decidió hacerle una prueba de embarazo y salió positivo, por lo que sugirió una ecografía. “Miró directamente a la pantalla y dijo: ‘Definitivamente estás embarazada’”. Sin embargo, la feliz noticia vino con mucha preocupación pues “mi hígado no estaba funcionando correctamente”.
Fue ahí cuando los especialistas le dijeron que tenía preeclampsia, una complicación del embarazo también conocida como toxemia, que se “caracteriza por presión arterial alta y signos de daño en otro sistema de órganos, con mayor frecuencia en el hígado y los riñones”, según detallan desde Mayo Clinic.
Peyton Stover y su novio Travis Koesters querían tener hijos, pero jamás imaginaron que sería tan pronto y de esta forma. (Foto: captura KETV NewsWatch 7 / YouTube)
El nacimiento de su bebé por cesárea
Fue ahí donde los doctores explicaron que se tenía que actuar rápido para no poner en riesgo la vida de Peyton Stover y su bebé. Se le programó una cesárea solo dos días después de saber que estaba embarazada.
“Dijeron que necesitaba ser internada y luego tuvo el bebé esa noche (...)”, dijo su novio Travis Koesters. Por su parte, la madre agregó que “es como si estuvieras teniendo un bebé en 15 minutos” y que la experiencia fue “muy aterradora”.
“Si no hubiera llegado (al hospital) cuando lo hice, probablemente no habría sobrevivido al fin de semana”, explicó emocionada. Ahora Peyton Stover y Travis Koesters tienen a su bebé llamado Kash, un niño que nació 10 semanas antes y pesó solo 4 libras (menos de 2 kilos).
Stover se quedó en el Methodist Women’s Hospital durante una semana, solo un par de pisos más arriba del recién nacido. “Estábamos bajando, mirándolo, asegurándonos de que estaba bien y luego volviendo a subir”, dijo el feliz papá. Tras pasar la emergencia, la madre agregó que “ahora que lo sostuve, lo alimenté y cosas así, es real. En realidad es mío”; sin embargo aún no lo pueden llevar a casa.
Cuáles son las causas de la preeclampsia
“La causa exacta de la preeclampsia posiblemente implique varios factores. Los especialistas creen que comienza en la placenta, el órgano que nutre al feto durante el embarazo. En las primeras semanas del embarazo, se forman nuevos vasos sanguíneos y estos evolucionan para suministrar oxígeno y nutrientes a la placenta”, según explican desde Mayo Clinic.
Agregan que “cuando una mujer tiene preeclampsia, estos vasos sanguíneos no parecen desarrollarse o funcionar correctamente. Los problemas de circulación de la sangre en la placenta pueden provocar que la presión arterial en la madre no se regule correctamente”.
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