Estoy segura que en alguna ocasión te pasó que mientras estabas disfrutando de un delicioso helado o una limonada frozen sentiste como una electricidad o dolor en la boca que te tuvo a punto de gritar. La sensibilidad dental es un problema común, pero que se puede evitar tomando precauciones adecuadas.
El consumo de helados, raspadillas y bebidas azucaradas bien frías aumenta más en los meses de verano, lo que puede debilitar el esmalte y exponer la dentina (que es la parte más blanda del diente situada bajo el esmalte dental), aumentando la sensibilidad dentaria. Es aquí donde resulta importante que las personas sean conscientes de los riesgos y adopten medidas preventivas para proteger su salud bucal.
¿Qué causa la sensibilidad dental?
Cuando tenemos sensibilidad dental sentimos un dolor intenso pero de duración muy corta, sobre todo cuando se está en contacto con el estímulo que puede ser actividades como cepillarte los dientes, comer y beber. “La sensibilidad dental puede ser consecuencia de que el esmalte se desgaste o las raíces dentales queden expuestas. Sin embargo, a veces, otros factores causan sensibilidad. Estos podrían incluir una caries, un diente roto o astillado, un empaste desgastado o enfermedades de las encías. Los blanqueadores dentales también pueden derivar en sensibilidad dental”, explican desde Mayo Clinic.
Por su parte, el Dr. Ítalo Funes Rumiche, exdirectivo del Colegio Odontológico del Perú, explica cuáles son las causas más comunes de este problema:
- Desgaste del esmalte: Su desgaste puede ser causado por un cepillado agresivo, el consumo excesivo de alimentos y bebidas ácidas, o el bruxismo (rechinar los dientes).
- Recesión gingival: La recesión de las encías puede dejar expuesta la raíz del diente. Esta exposición puede resultar en hipersensibilidad dental.
- Enfermedades periodontales: Afecciones como la gingivitis y la periodontitis dañan las encías y el tejido de soporte de los dientes, causando recesión gingival y exposición de la dentina.
- Caries dentales: Las caries no tratadas pueden avanzar y afectar las capas internas del diente, exponiendo la dentina y provocando dolor y sensibilidad.
¿Cómo evitar la sensibilidad dental?
La exposición a alimentos y bebidas frías o azucaradas puede agravar la sensibilidad dental, especialmente en personas con esmalte debilitado o recesión gingival. Esto ocurre porque los cambios bruscos de temperatura y el alto contenido de azúcar pueden erosionar el esmalte y exponer la dentina. Ante esto, es una buena medida moderar el consumo de estos productos y optar por alternativas sin azúcar o naturales, como frutas frescas. Además, puedes adoptar estas otras recomendaciones del experto:
- Evitar los cambios bruscos de temperatura: Si consumes algo muy frío, espera unos minutos antes de ingerir algo caliente.
- Mantener una buena higiene bucal: Un cepillado adecuado con una pasta dental anti-sensibilidad, acompañado del uso de cepillos interproximales, es esencial para prevenir la sensibilidad dental.
- Hidratación constante: Beber agua no solo es esencial para el cuerpo, sino que también ayuda a limpiar los restos de azúcar y mantener el pH equilibrado en la boca.
- Visita regular al dentista: Un chequeo preventivo cada 6 meses puede detectar problemas como caries o recesión gingival antes de que empeoren. “Este problema puede ser una señal de afecciones más serias, como caries o pérdida de esmalte. La prevención es clave para mantener una sonrisa saludable durante todo el año”, agregó.
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