El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina y esta celebración es la excusa perfecta para compartir con la familia o amigos. En estos festejos se suele consumir bebidas alcohólicas sin medida. Aunque no está mal hacer un brindis, lo mejor es tomar ciertas preocupaciones para no perder el control y evitar problemas de salud.
En caso de que pienses tomarte un par de cervezas o tragos por la llegada del 2023, necesitas establecerte tus propios límites y no beber demasiado rápido: disfruta de la noche. Tampoco cometas el error de ingerir alcohol con el estómago vacío.
Si te encuentras bajo tratamiento médico, entonces la situación cambia, porque no debes consumir licor durante las celebraciones. ¿El motivo? La combinación podría generar reacciones no deseadas que afectan tu organismo.
“Prácticamente es inevitable celebrar el Año Nuevo con un brindis, pues esto nos permite compartir la alegría con las personas que apreciamos o queremos, pero no debemos hacerlo si se estamos recibiendo algún tipo de tratamiento medico, incluso medicamentos que no requieren receta -como los antigripales- porque esta combinación puede causar daños a la salud”, advirtieron desde la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud del Perú (Minsa).
Qué pasa si se toma alcohol con medicamentos
Los expertos de la Digemid detallaron que, en algunos casos, los medicamentos pueden generar mareos, vómitos, adormecimiento y, en situaciones muy extremas, paro cardíaco o derrame cerebral.
“La cerveza, el vino y otras bebidas fermentadas pueden disminuir la absorción de ciertos medicamentos, lo afecta y anula sus efectos terapéuticos, lo que retardara la cura de la enfermedad; en tanto que las bebidas con alto contenido alcohólico como el pisco, el ron y demás destilados incrementan la absorción del fármaco, aumentando su potencia y generando una sobredosis”, explicaron desde la Digemid.
En ese sentido, los especialistas precisaron que no es necesario consumir las medicinas y el alcohol al mismo tiempo para sufrir los efectos adversos, pues tanto los fármacos como el licor permanecen hasta 24 horas en el organismo.
“Esta situación se pone en evidencia con las personas que manejan vehículos, pues hay medicamentos con efectos sedantes que se potencian con el consumo del alcohol por lo que son propensas sufrir accidentes, muchas veces con consecuencias fatales”, recordaron.