Erin Sheffield, de 39 años, y su esposo Dave, de 35, se conocieron en 2009 en Buffalo, Nueva York, mientras rebuscaban en un contenedor de basura. En ese momento, Dave estaba estudiando ingeniería mecánica, mientras que Erin acababa de comenzar a trabajar en una tienda de bicicletas. A pesar de este inusual encuentro, su relación floreció, llevándolos al matrimonio, y ahora esperan con emoción la llegada de una niña.
“Comencé a bucear en contenedores de basura en la universidad. Dave era bastante similar. Me acababa de mudar a Buffalo y fui a buscar basura de forma independiente”, señaló Erin, que ahora trabaja como coordinadora en organizaciones benéficas.
Ella jamás imaginó que, durante una de sus jornadas buscando entre la basura en la Universidad de Buffalo, conocería a su futuro esposo. “Nos conocimos en un contenedor de basura. Lo vi, asomé la cabeza y le pregunté qué estaba haciendo. Saltó, limpiamos y pasamos el día trabajando”, recordó.
Intercambiaron números y desde entonces han estado buceando como pareja. Su amor compartido por rebuscar en la basura no solo fortaleció su relación, sino que también se convirtió en un negocio secundario rentable, encontrando y vendiendo artículos que encontraban tales como libros de texto, calculadoras y muebles, informó el medio New York Post.
Durante la pandemia, la variedad de cosas que encontraban aumentó y empezaron a hallar artículos cotidianos que ponían a la venta en eBay o Facebook Marketplace. “Yo diría que hemos ganado 20 mil dólares al año con la reventa”, reveló Dave.
Además de encontrar artículos para vender, también han encontrado regalos románticos en la basura, como rosas para su aniversario. “Encuentro muchas cosas, especialmente en los meses previos a Navidad. Si encuentro algo que sé que le gustará a Erin, lo tomaré”, indicó el hombre. Incluso, han encontrado cosas para su futura hija en tiendas para bebés cerradas.
Ahora, están comenzando su propio negocio llamado Lost Goods para vender los tesoros que encuentran en la basura, y planean reciclar los materiales hallados para crear muebles y otros artículos.
¿Qué objetos se pueden reciclar y revender?
Los objetos electrónicos, como teléfonos móviles y computadoras, pueden ser desmontados, reparados y revendidos en el mercado de segunda mano, promoviendo su reutilización.
Los textiles, como la ropa y los zapatos, pueden ser recolectados, clasificados y procesados para su reutilización o transformación en nuevos productos, contribuyendo a la reducción del consumo de recursos naturales.
Además, los muebles y objetos de decoración pueden obtener una segunda oportunidad mediante restauraciones, renovaciones o transformaciones que les brinden un nuevo aspecto y funcionalidad.