Un enorme caimán en un zoológico del estado de Florida, en Estados Unidos, se comportaba de manera extraña y mostraba síntomas anormales, pero los expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida encontraron una razón sorprendentemente simple a su extraña conducta. Y todo gracias a la tecnología aplicada a la veterinaria.
Brooke, un caimán de 376 libras del Parque Zoológico St. Augustine Alligator Farm, presentaba una serie de síntomas, incluido un movimiento intermitente de la cabeza en su laguna, según un comunicado de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida.
El caimán fue llevado al hospital el 25 de julio para un “examen completo para evaluar la posible causa del comportamiento inusual”.
Los expertos allí utilizaron todas las herramientas de diagnóstico a su disposición, incluida una extracción de sangre, radiografías de los pulmones y tomografías computarizadas de la cabeza de Brooke.
El hospital señaló que los médicos tenían que usar tanto rayos X como tomografías computarizadas porque “Brooke era demasiado grande para realizar una tomografía computarizada completa de su cuerpo”.
EL DIAGNÓSTICO DE BROOKE
Con toda esa información al alcance de la mano, el equipo de veterinarios hizo un diagnóstico: Brooke tenía una infección de oído. La universidad no preciso la causa de la infección de Brooke.
El caimán fue enviado de regreso al zoológico más tarde ese mismo día, el 25 de julio. El 28 de julio, el zoológico publicó sobre la condición de Brooke en Facebook y respondió algunas preguntas, como dónde están las orejas de un caimán. Resulta que las orejas de caimán están directamente detrás de sus ojos. Pueden cerrarse bien las orejas para evitar que entre agua.
El zoológico también dijo que Brooke recibiría medicamentos “sin estrés ni preocupaciones”.
“Entrenamos con nuestros animales con frecuencia, y Brooke tiene años de experiencia en aceptar alimentos (a veces con medicamentos) y quedarse quieto”, escribió el zoológico de Florida.