Una mujer británica ha generado opiniones divididas tras dar a conocer que le cobra la cena de Navidad a sus familiares, incluidos sus nietos pequeños.
Caroline Duddridge, de 63 años, le cobra a los adultos de su familia 18 dólares, mientras que sus nietos pagan entre 6 y 3 dólares dependiendo de la edad. A las mujeres mayores les cobra menos porque tienen familia y trabajan medio tiempo.
“Ingreso a mi cuenta bancaria y verifico quién ha pagado la cena de Navidad en noviembre”, dijo la mujer en conversación con el medio The Sun. “Una vez que mi conteo de ‘traviesos y buenos’ está hecho, hago un llamado rápido para perseguir a mis ‘depositantes morosos’ y les recuerdo que cumplan con su fecha de pago del 1 de diciembre”.
Según explicó, sus cinco hijos de 37, 34, 32, 29 y 24 años están acostumbrados a recibir la llamada telefónica con la que les hace acordar que deben pagar su cuota navideña.
“Sé que algunos se quejarán y obtendré excusas como ‘mi pago no ha entrado’ o ‘mi cuenta bancaria está congelada’ y ‘¿puedo dejarlo otra semana?’. Pero eventualmente recibiré efectivo de ellos para la comida”, agregó.
Una costumbre con varios años de antigüedad
Desde el 2016, Duddridge comenzó a cobrar por la cena navideña y ha provocado que se convierta en una tradición, al punto en que todos sus parientes ya están al tanto de la situación.
“Algunas personas pueden pensar que es duro imponer un impuesto a las comidas de los niños, pero es una lección de vida importante. A los nietos mayores les gusta probar y ofrecerse a ayudarme a recuperar parte de su dinero y lo admiro”, indicó.
Por otra parte, la mujer señaló que pasa “docenas de horas” recorriendo las tiendas buscando las mejores ofertas de comestibles, sobre todo porque los precios se dispararon este año.
“Cada semana mi presupuesto para comida compra cada vez menos, así que tengo que ser táctica al comprar ingredientes para preparar la cena para mis 12 invitados”, dijo Duddrige, quien recibe cerca de 1200 dólares al mes en pensiones de viudez.
Su esposo falleció en 2015, lo que redujo a la mitad sus ingresos.
“Al igual que muchas mamás y abuelas que siempre preparan la cena de Navidad, no podía soportar el costo de comprar todos los regalos y pagar la comida completa. Me preocupaba pasar el Año Nuevo pagándolo todo de nuevo”, añadió.
No le toma importancia a las críticas
El pago realizado por la cena navideña incluye comida, vino, refrescos, budín, galletas, nueces y queso, así como la decoración tradicional. El cargo también incluye la fiesta y la electricidad.
Si los invitados a la cena no pagan a tiempo, simplemente no serán invitados.
“Sé que muchas personas criticarán cobrar por la comida de Navidad, pero no me molesta”, admite. “No se trata de conseguir dinero, simplemente tiene sentido presupuestar y distribuir el costo de manera justa entre todos en la mesa”.
“Esperar que una persona pague toda la comida y la prepare, limpie, use la calefacción y la electricidad es demasiado. El monto que cobro por la cena incluye la electricidad. Es una obviedad para mí... es el único camino a seguir”, asegura.
Caroline, quien se considera una amante de la Navidad, indica que el costo y el “drama” de la festividad son “agotadores”, y desea que solo suceda dos veces por década.
“Nadie quiere verse abrumado por las deudas y es injusto esperar que una persona pague y haga toda la comida”, indicó. “Sé que algunas mamás se sienten culpables si no lo hacen todo y proporcionan una gran comida sin que nadie más pague, pero yo soy práctica”.
“Me encanta la alegría de la Navidad y toda la familia junta, pero ahora se ha vuelto tan comercial. La gente se abruma y es demasiado. Una buena comida familiar y un regalo hecho con amor es todo lo que necesito”, concluyó.