Dicen que el cliente siempre tiene la razón, pero ¿qué se supone que uno debe hacer cuando estas demandas, obviamente, están más que equivocadas? Precisamente la dueña de un pequeño negocio de Minnesota, Estados Unidos, se ganó la admiración de las redes sociales por mantener la compostura al lidiar con el caso viral de una compradora insatisfecha que le exigía un reembolso de su dinero después de comprar una docena de mascarillas y “solo recibir 12”.
El periodista Philip Lewis (@Phil_Lewis_) compartió el pasado 10 de marzo en Twitter el caso de Zada’s Vault, una tienda por Internet propiedad de una madre soltera afroamericana llamada Zada McCray que vende productos personalizados como camisetas, sudaderas, tarjetas y, en un determinado momento, mascarillas. Precisamente, fue este último producto que motivó una queja que hizo que su emprendimiento se hiciera famoso en Internet.
De acuerdo al diario británico The Mirror, McCray contó que su corazón se saltó un latido cuando recibió un correo electrónico que tenía como encabezado “Pedido de mascarillas equivocado” y, en las capturas de pantalla del intercambio de mensajes con la cliente –cuya identidad se mantuvo en el anonimato–, en los que le expresa su disconformidad porque ella había ordenado “una docena de mascarillas de su tienda, pero solo le había enviado 12”.
“Realmente las necesito. Me gustaría un reembolso, por favor, y ya no apoyaré más a tu negocio. Intento apoyar a los negocios propiedad de gente afroamericana, pero ustedes siguen intentando estafarme”, se lee en la conversación de la mujer con McCray, que le respondió con suma amabilidad que “dado que una docena significa 12, la cantidad de mascarillas enviada era la correcta” y no iba a ser posible ofrecerle “la devolución de su dinero”.
Incluso, la propietaria del negocio se disculpó con la cliente por haberla decepcionado y le ofreció un cupón de 5 dólares de descuento en su próxima compra. ¿Cuál fue la respuesta de su interlocutora? Un rotundo “no estoy interesada”. “Debí haberlo pasado por alto en la factura. Necesitaba 20. Nunca vi que apareciera como 12. Te juro que pensé haber leído ‘dub zen’, algo así como un dub (20). Como sea”, agregó.
El peculiar intercambio de mensajes entre la dueña de Zada’s Vault y la cliente insatisfecha se volvió viral en Twitter, acumulando más de 344,00 ‘Me Gusta’ y miles de comentarios de usuarios, que se sorprendieron aún más cuando McCray –cuya popularidad creció como la espuma y pasó de “tres pedidos online semanales a 30 al día”– compartió la factura del pedido en la que se ve claramente el número 12 en el apartado de unidades expedidas.