LUIS SILVA NOLE
Esthefany está hipnotizada. Oye una historia que suena milenaria. Sentada en el suelo del salón rojo, el de 5 años, relajada, al igual que sus compañeros, sigue fielmente los movimientos del carismático Víctor, 70 años mayor que ella.
Las aventuras de un zorro y un cóndor de la sierra la tienen fascinada. Es una historia corta pero con mensaje. El mal y el bien se personifican en la narración de un hombre de sombrero que bien podría ser su abuelo. Sabiduría popular. Herencia cultural.
La estrella del momento en el centro educativo inicial N°139 San Martín de Porres, en Cieneguilla, es Víctor Hugo Romero Manrique. Se trata de un periodista retirado del desaparecido diario “La Prensa”, ex profesor de Ciencias Sociales en la selva, poeta, puneño, escritor, jubilado, eco viviente de los cuentos de Arguedas y eximio bailador de marinera.
“¡Cric!”. Esa es su forma de encauzar otra vez a los niños en el camino del relato cuando percibe que la atención de los pequeños encuentra otro foco. “¡Crac!”, responde encandilado el público de multiplicada inocencia.
Víctor es autor de “La ventana y otros cuentos de Selvamar”, un cúmulo de historias que su madre le contó de niño.
Pocos segundos después de que se despide emocionado, la pequeña Esthefany eleva la voz sobre el murmullo y exclama un vox pópuli: “¡Más! ¡Qué regrese! ¡Otro cuento!”.
Antes, Juana Anchante Tipacti, de 72 años, jubilada y ex maestra, había calentado el ambiente en el aula con las entrañables vicisitudes de una rana y un renacuajo.
Ella y Víctor integran el grupo de adultos mayores que ejecuta ad honórem el programa Abuelos Cuentacuentos, que desde setiembre último lleva adelante la Casa de la Literatura Peruana (CLP).
Se trata de una actividad que, mediante la narración de cuentos, historias, experiencias y anécdotas por parte de personas adultas mayores, busca incentivar la lectura entre niños y adolescentes. Así lo explica Rony Puchuri Bellido, coordinador del programa.
“La convocatoria de abuelos se dio en abril. Solo se requería ser mayor de 50 años y tener voluntad. Se presentaron 50. Tras pasar por un taller de narración dictado en dos meses por la Asociación Cultural Déjame que te Cuente, quedaron 16: 14 mujeres, dos varones, la mayoría ex docentes, quienes siguen hasta ahora”, dice Puchuri.
El grupo se reúne cada jueves, de 3 p.m. a 5 p.m., en la CLP, en el Cercado de Lima, para mejorar la técnica y planificar las narraciones de la semana, dentro o fuera del local institucional. Milagritos Saldarriaga, directora de la CLP, considera que este programa descentraliza a su institución en la ciudad.
“A los viejitos nos mandan a descansar. ¿Por qué? Contar cuentos es seguir siendo maestra”, dice Juana. “Esto es como un retorno a las aulas. Es transmitir cultura”, añade Víctor.
CONVOCATORIA ABIERTA PARA SER UN CUENTACUENTOS Los adultos mayores interesados en ser Abuelos Cuentacuentos pueden llamar al 426-2573, anexo 104 o ir a la Casa de la Literatura Peruana (CLP), en Jr. Áncash 207, al costado de Palacio de Gobierno.
NO HAY HORARIO DEFINIDO El programa funciona a pedido de colegios e instituciones. Para hacer la solicitud escribir al correo: actividadesinfantilescaslit@gmail.com o llamar al teléfono de la casa.
LOS OTROS NARRADORES También integran el equipo de los Abuelos Cuentacuentos de la CLP: María Díaz, Ricardo Pflücker, Rosa Saravia, Nélida Luyo, Zelma Chávez, María García. Bethsabé Romero, Teresa Morán, Rosario Landa, Esther Linares. Lolita Souza y Natalia Ortega.