MILAGROS LEIVA GÁLVEZ
Pasa sus días leyendo, escribiendo, analizando su correspondencia con Haya de la Torre porque piensa publicar sus memorias. Pasa sus días repasando su memoria. Aquí unos retazos de su lucidez. Entrevista concedida el 26 de febrero del 2012.
¿Cómo está, Armando?
Tengo 97 años y todavía estoy en condiciones de trabajar, cuando eso ya no suceda debo morir.
Falta mucho todavía
Depende del destino. Mientras pueda conversar con plenitud como ahora me sentiré bien.
¿Qué pasajes de su historia vienen siempre a su mente?
Durante mis noches de insomnio he descubierto la danza de los muertos. Es la aparición de todos quienes tuvieron que ver con mi vida. Todos están muertos y vienen a visitarme. Al final uno termina riéndose un poco.
¿En esa danza cuántas veces aparece Haya de la Torre?
Sinceramente no aparece muchas veces y es por una razón: la danza de los muertos hace funcionar el inconsciente, en cambio a Haya lo tengo muy presente, muy actualizado en mi vigilia. Mira, por ejemplo, acabo de terminar mi primer tomo de correspondencia con Haya de la Torre, lo voy a publicar.
¿Quiénes vienen a su danza?
Las novias que uno ha tenido de chico, por ejemplo, ja, ja, ja. Pero mejor que mi esposa no oiga. Con Lucy ya llevo 58 años de matrimonio, ella es admirable porque sufrió por mí. Estuvo en prisión, durmió 40 días en una celda, fue expulsada por chilena. Es un caso curioso. Cuando entró Odría yo caí preso y mis padres me iban a visitar a la penitenciaría con los padres de Lucy. Un día en la penitenciaría aproveché la oportunidad y le pedí a la mano a don Moisés.
¿Estando preso?
En efecto, le pedí casarme con su hija. Él me contestó que primero tenía que salir en libertad.
Cuando usted quiso ser presidente hubo muchas voces antichilenas que rechazaron a su esposa.
Hicieron mucho daño. Pero si algo le debe el Perú a Haya de la Torre es haber aprendido a ser ciudadano del mundo. Yo no hago diferencias ni con un chileno ni con un australiano. Creo que una persona debe tener la capacidad de entender a la humanidad como un todo y pensar que el futuro será extraordinario si es que estamos unidos.
¿Cuando le preguntan cómo era Haya de la Torre qué responde?
Que fue ante todo un maestro y un filósofo de la historia. Un filósofo que a veces tuvo que tomar la pistola y disparar defendiendo su vida del ataque de asesinos.
Usted también tomó la pistola.
Cualquiera lo hubiera hecho. Haya fue capaz de forjar teorías, pero también luchó por su libertad y por la libertad del pueblo.
Pero le dará pena su partido
No me da pena porque supero ese pensamiento y juzgo con severidad la responsabilidad de aquellos que han conducido por ambición personal al partido a la situación actual. Confío en la juventud para salir.
¿Cuánto le dolió que Del Castillo no le hiciera caso? Usted le dijo que era tiempo de los jóvenes.
No me callé y creo que Jorge tuvo un mal momento, pero creo que los políticos pueden rectificar y superar los errores. Cometió un grave error al no retirarse a tiempo de la campaña y dejar como candidata a Mercedes Aráoz. No lo hizo y por eso perdimos las elecciones.
¿Cree que con Meche ganaban?
Estoy seguro de que entrábamos a la segunda vuelta. Hubiera sido una extraordinaria candidata.
¿La actitud de Jorge del Castillo fue ceguera personal o ambición excesiva?
No tengo capacidad para juzgar la interioridad del espíritu humano, hay muchos factores, yo confío en su rectificación y que haga lo mejor para el partido. En su defensa tengo que decir que Alan García se salvó de morir en el autogolpe de Fujimori porque Jorge solito contuvo a la tropa que venía por él, incluso hizo un disparo al aire.
Hoy todos andan peleados en el Apra. Es un nido de grillos
Hace siete años que he dicho que el partido está en crisis, hay una confusión ideológica. Muchos apristas no siguen el camino señalado por Haya y ahora estamos viviendo la agudización de la crisis, por eso confío tanto en la juventud. Desde el punto de vista de los gobiernos del Perú, después de Leguía el más progresista ha sido Alan García en su segundo gobierno. Supo adecuarse a la realidad nacional, a la exigencia del momento. Hoy lo que el Perú necesita es continuidad, y por eso creo que Ollanta Humala será un gran gobernante si es que entiende que nada comienza con él sino que continúa con él. Ollanta debe crear lo nuevo que se necesita, pero lo bueno debe continuar. Alan tuvo aspectos muy positivos, disminuyó la pobreza extrema, el analfabetismo. Hay críticas también y las respeto.
Nunca eliminó los services
De acuerdo, es una crítica acertada. Un gobernante no puede cumplir todos sus proyectos, con Humala ya está sucediendo algo parecido. Hay algo más que quiero decirle: todos los medios, sin excepción, han hablado del camarada Artemio y ser camarada es ser compañero. No me parece que usen esa palabra. Creo que deben simplemente usar el término terrorista.
A usted le dijeron terrorista
A mí me acusaron y me persiguieron y me encarcelaron, siete años perseguido a salto de mata, siete años preso y siete años desterrado. Mi diferencia con Sendero es notoria y no requiere explicación. El Acuerdo Nacional debe llamar a todos los partidos para ponernos de acuerdo en la lucha contra el narcoterrorismo, por encima de las diferencias está el Perú.
¿Usted disparó alguna vez?
Al techo varias veces.
¿Mató a alguien?
Nunca. A mí sí me dispararon varias veces. Igual valió la pena toda esa persecución. El Apra demostró que en el Perú se puede luchar por grandes ideales. Lo que queríamos era un país con justicia social y libertad, ese fue nuestro objetivo.
¿Qué siente por Agustín Mantilla?
Yo soy muy amigo de él. Creo que se ha sacrificado guardando silencio por el partido. Se ha inmolado. Él es mi amigo. Agustín me parece un buen aprista, colabora en lo que puede y en el partido se lo respeta porque supo guardar silencio.
Entonces, sabe secretos de esa reunión de Mantilla con Montesinos.
No lo sé y si lo supiera, también yo guardo el secreto.
Cuando usted cumplió 80 años dijo que la muerte era una novia que lo esperaba
Exacto, a los 90 dije que era una novia aburrida y ahora a mis 97 digo que es una novia desesperada porque no me chapa.
¿Qué le dice a Alan sobre el 2016?
Yo no garantizo estar sobre la tierra, sería muy aburrido vivir tanto, llega un momento en que uno se siente cansando. Ya dije cómo tiene que ser mi entierro, no quiero que nadie llore, más bien prosigan los libros que dejo pendientes.
Si tuviera que decirme brevemente cómo fue su vida, ¿qué diría?
Que fue la vida de un luchador, que combatió por la libertad y la justicia social, conté mas de cincuenta años con el apoyo de Lucy y de Lucía, mi hija. Intenté ser justo y valió la pena ser aprista. Por lo menos dimos una lección de consecuencia y constancia en un país políticamente muy voluble. Por eso tenemos que ser muy severos con el destino del partido y criticar su crisis.
¿Usted le recomienda a Alan García lanzarse nuevamente?
Como hizo un buen gobierno es probable que pueda ser candidato, pero no sabemos qué ocurrirá ese año, pueden pasar muchas cosas, de manera que tiene que prepararse, yo no recomiendo nada. Hay que estar alerta a la realidad.
¿Y cómo ve al Perú?
Veo al Perú con mucho optimismo. Confío plenamente en el desarrollo de nuestro país, no obstante los conflictos que existan. Hay que confiar en que todo se superará. Hay que estar unidos para seguir en el camino del progreso.
NO DEBE REPETIRSE LA HISTORIA DE LEGUÍA
¿Se arrepiente de haber visitado a Polay en la cárcel?
Polay para mí era un guerrillero.
Es un terrorista.
Su agrupación incurrió en actos de terrorismo.
Yo creo que usted lo perdona porque su papá fundó el Apra
Soy muy amigo de su madre.
¿Polay fue un terruco, sí o no?
¿Cómo? No te oigo bien, los audífonos son magníficos, cuando me conviene oigo
¿Se arrepiente de esa visita?
Yo no fui a visitarlo. Cuando fui presidente del Consejo de Ministros lo apresaron, sus padres me dijeron que lo habían torturado y fui a ver si era verdad. Cumplí con mi deber porque no admito que torturen a un prisionero aunque sea terrorista.
¿De qué se arrepiente?
Los apristas tenemos que reconocer que nuestro exceso de violencia nos condujo a actos de violencia.
Los apristas fueron muy violentos.
Respondíamos y se cometieron trágicas situaciones que no vale la pena mencionar porque afectan a nuestra familia periodística.
¿Se arrepienten entonces del asesinato de Antonio Miró Quesada y su esposa María Laos?
Por supuesto, y hay que decir que fue un gesto heroico y valeroso de la esposa. Aunque el agresor luego se disparó en la boca su gesto fue individual, de ninguna manera partidario. Haya de la Torre siempre dijo que el partido había quedado herido por ese gesto de barbarie. Nosotros condenamos la violencia extrema que se produjo algunas veces, pero recordamos que fueron miles los apristas asesinados. Felizmente esa etapa se ha superado.
¿Cuál fue el gran error de Fujimori?
Fujimori cometió muchos errores, no podría precisar uno. Aun así yo soy partidario de su indulto. Ante un enfermo que ha sido presidente del Perú cabe el indulto. No creo que debe repetirse la tragedia que ocurrió con el presidente Leguía. Cuando lo quisieron pasar de la penitenciaría a una clínica hubo opositores y cuando llegó a la clínica hicieron estallar una bomba en su ventana y poco tiempo después murió. Ahora se cree que Leguía pudo ser un mártir y todo por ese hecho. El Perú no puede volver a esos tiempos. Yo no perdono los errores de Fujimori, pero no hay que ensañarse. Frente a un presidente que tuvo grandes pecados no hay que pecar de exageración.
¿Y si tan convencido está, por qué cree que García no lo indultó?
Porque cometió un error, quizás. No se conocía además su estado real de salud. ¿Puedo decir otra cosa?
Adelante
Me parece mal que el presidente Humala haya ido a ver personalmente a un terrorista como Artemio. Está mal, el presidente debe mantener su nivel de jerarquía. Basta con mandar a un ministro.
Hablemos de las ejecuciones extrajudiciales en el Frontón.
Yo no lo sé, hasta que estuve allí hubo tiroteo de ambos lados. Yo he visto pasar a dos marinos muertos, sí hubo combate. Si antes de mi presencia o después hubo ejecuciones, no lo sé, pero cuando me retiré no habían matado a nadie salvo en combate. Hay que tomar con cuidado todas las versiones.
¿Y lo sucedido en Cayara? Usted era ministro
El capitán Arbulú y todo su grupo fueron aniquilados por los terroristas. Salvo un soldado, que por el río llegó a su base. ¿Qué hicieron los soldados? Buscaron a los terroristas que se habían metido en el pueblo y los soldados barrieron y cayeron justos y pecadores. ¿Quién recuerda al capitán Arbulú y a los catorce que cayeron? En cambio se dice: ¡los crímenes de Cayara!
Pero no tenían que barrer, pues.
¿Pero cómo discriminas en medio de tanta violencia? Ponte en la situación. Censuro las muertes de inocentes, pero explico las circunstancias.