Cientos de manifestantes que protestan en Brasilia contra los costosas inversiones hechas por el Gobierno brasileño para organizar eventos deportivos como el Mundial de fútbol de 2014 ocuparon hoy temporalmente las rampas de acceso al Congreso, así como el tejado de la sede del Legislativo.

Los manifestantes atravesaron los cordones de aislamiento que había montado la policía para que las protestas no se acercaran al Congreso y ocuparon en forma masiva el tejado de la histórica edificación diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer.

Los participantes en las protestas aprovecharon la orden de la Gobernación de Brasilia para que los policías no reprimieran a los manifestantes y se expandieron por todo el tejado del Congreso, al que llevaron grandes pancartas con sus reivindicaciones.

Los participantes en la acción permanecieron cerca de media hora en esa área y después bajaron de forma pacífica tras un diálogo con las autoridades.

EXIGEN MEJORES SERVICIOS PÚBLICOS Las protestas en Brasilia forman parte de las convocadas para este lunes en varias ciudades de Brasil contra el alza de las tarifas de transporte público y las inversiones que el Gobierno hizo para construir costosos estadios para la Copa Confederaciones, que comenzó el sábado, y el Mundial del próximo año.

Las protestas de la semana pasada contra la subida de los pasajes de autobuses en varias ciudades, principalmente en Sao Paulo, desencadenaron manifestaciones aún más masivas en un mayor número de ciudades y por diferentes motivos.

Los ya llamados indignados brasileños exigen principalmente mejores servicios públicos y mayores inversiones en educación, salud y saneamiento, así como combate a la corrupción y al despilfarro de recursos públicos.

En la tarde de este lunes una gran masa de manifestantes bloqueó algunas vías del centro de Belo Horizonte y se dirigió al estadio Mineirao, que acogía el partido de la Copa Confederaciones entre Nigeria y Tahití, pero fueron impedidos de acercarse.

También hubo grandes concentraciones hoy en Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades del país y en las que miles de personas marcharon con pancartas sin que hubiera ningún enfrentamiento. Los organizadores informaron que se habían convocado actos en una veintena de ciudades en el país.