Dos mujeres murieron atropelladas hoy en una de las manifestaciones por mejores servicios públicos que sacuden a Brasil desde hace dos semanas, con lo que subió a cuatro el número de víctimas por las protestas, informaron fuentes oficiales.
Las dos víctimas, aún no identificadas, participaban en una protesta en una carretera en Luiziana, municipio del estado de Goiás próximo a Brasilia, cuando el conductor de un vehículo las embistió para intentar huir del bloqueo montado en la vía por los manifestantes con neumáticos.
Las dos mujeres murieron de forma inmediata y el responsable por el atropellamiento huyó sin ofrecer ayuda a las víctimas y abandonó el vehículo a unos pocos kilómetros, según el boletín de la Policía Federal de Carreteras. El automotor fue incendiado por los manifestantes.
Cerca de 400 personas participaban en la protesta de Luiziana, cuyo objetivo era reivindicar la legalización de viviendas construidas en un terreno invadido y mejores servicios públicos para los barrios de la periferia.
CUATRO MUERTES EN TOTAL Esta es la cuarta muerte en las manifestaciones que comenzaron hace dos semanas en Brasil. El pasado jueves un joven murió atropellado en la ciudad de Ribeirao Preto por un conductor que igualmente quiso pasar por la barrera montada por unos manifestantes.
El viernes una barrendera pública murió víctima de un paro cardíaco tras haber inhalado gas lacrimógeno durante una manifestación en la ciudad amazónica de Belén.
PROTESTAS PIERDEN FUERZA Pese a que los brasileños continúan saliendo a las calles para protestar y a que las manifestaciones son apoyadas por el 75 % de la población, las movilizaciones perdieron vigor desde el jueves, cuando movilizaron a cerca de 1,2 millones de personas en un centenar de ciudades. El domingo las protestas se limitaron a una veintena de ciudades y la mayor tan sólo congregó a unas 4.000 personas en Río de Janeiro.
Las protestas en Brasil comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de los pasajes, pero ganaron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en salud y en educación, y críticas contra la corrupción y los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.