Cleonice Vieira de Moraes, de 54 años, una barrendera que inhaló gas lacrimógeno lanzado por la policía contra manifestantes en la ciudad de Belén, estado de Pará, murió de un paro cardíaco y es la segunda víctima mortal de las manifestaciones que sacuden a Brasil desde la semana pasada, informaron fuentes oficiales.
La primera víctima fue un joven de 18 años que murió atropellado el jueves a la noche en la ciudad de Ribeirao Preto (estado de Sao Paulo) en una de las manifestaciones en demanda de mejores servicios públicos que movilizaron a más de un millón de brasileños en más de 80 ciudades del país.
El aumento de las manifestaciones en número de gente y ciudades, varias con escenas de violencia, llevó a la presidenta Dilma Rousseff a cancelar un viaje a Japón y convocar una reunión de emergencia de su gabinete para este viernes.