Un guionista de una película no podría haber creado mejor la historia de Mohammed Assaf, el nuevo héroe de los palestinos tras ganar sorpresivamente el sábado Arab Idol, un concurso de canto seguido por televisión por millones de personas.
Este cantante de bodas de 23 años, desconocido hasta hace unas semanas, que nació en Libia y a los cuatro años se trasladó junto a su familia al campo de refugiados Khan Younis de la Franja de Gaza , les dio un motivo de orgullo, unidad y alegría a los palestinos.
Era la primera vez que un palestino llegaba a la final del concurso, la versión en Medio Oriente del American Idol estadounidense, y Assaf se lo llevó con sus canciones patrióticas y su historia personal de triunfo sobre la adversidad.
Esta historia de victoria para los palestinos bien podría haber quedado en la nada si no fuera por las súplicas que el propio Assaf debió realizar a los funcionarios de Hamas para que le permitieran salir de Gaza tras quedar retenido en el paso fronterizo de Rafah.
Ello hizo que llegara tarde a las audiciones del concurso que se realizaban en Egipto.
Las puertas estaban cerradas así que debió trepar por los muros.
Luego su voz lo salvó. Otro competidor palestino lo escuchó cantar y decidió cederle su lugar. Y la organización aceptó que Assaf se presentara pese a haber llegado fuera de hora.
FESTEJOS EN GAZA Mientras Assaf avanzaba en el concurso, iniciado en marzo con 27 participantes, grandes comercios de Gaza comenzaron a apoyarlo con la producción de carteles y con el patrocinio de vallas publicitarias.
Y aunque a Hamas, el movimiento palestino que controla la Franja de Gaza, no le gusta el concurso televisivo ni su música, se mantuvo en silencio, asegura Yolande Knell, corresponsal de la BBC en el territorio palestino.
La definición tuvo lugar en la capital libanesa, Beirut. Sus padres estaban en el estudio de televisión. Y él, cuando escuchó su nombre, pareció abrumado.
Apenas se supo el resultado Gaza estalló de alegría.
Miles de personas salieron a las calles para celebrar la victoria, el tráfico se paralizó, hubo fuegos artificiales y bailes callejeros hasta la madrugada.
La última participación individual de Assaf había sido el viernes, cuando en su actuación pidió que se mostrara su tradicional pañuelo palestino e hizo un llamado a la reconciliación.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que la victoria de Assaf es un motivo de orgullo y pidió a los palestinos que lo apoyen.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Cercano Oriente (Unrwa, por sus siglas en inglés) lo designó primer embajador joven para los refugiados palestinos en reconocimiento a la forma en que su música había unido a la gente.
Se espera que en un futuro próximo Assaf obtenga un permiso israelí para viajar a Cisjordania para que pueda actuar en conciertos allí y también en Gaza.
Su éxito ya lo ha convertido en un poderoso símbolo para los jóvenes palestinos, dice Knell.
Un veinteañero en Gaza le dijo a la corresponsal: Él envía nuestro mensaje al mundo, que no nos gusta pelear, que no nos gusta la guerra. Necesitamos tener nuestros derechos como otros pueblos y queremos ser felices.