Un grupo de manifestantes se separó la noche del jueves de una protesta pacífica a favor del derecho al aborto e irrumpió en la Catedral Metropolitana de Santiago, Chile, cuando se oficiaba una homilía.

Los alzados pintaron consignas en las paredes, rompieron adornos y arrastraron bancos hasta la Plaza de Armas, enfrente de la catedral.

Policías antimotines llegaron de emergencia al lugar para contener la protesta. La catedral está cerrada mientras se hacen las reparaciones.

El aborto es ilegal en Chile desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet, incluso si es por razones médicas o en casos de violaciones. El gobierno del presidente Sebastián Piñera se ha negado a levantar la restricción.