La contaminación en Beijing y sus áreas circundantes volvió hoy a niveles peligrosos por segunda vez en una semana, según las autoridades medioambientales de Beijing.
La expansión de las emisiones tóxicas fue generada por una tormenta de arena procedente de Mongolia Interior.
La concentración de partículas de diámetro inferior a las 2,5 micras (PM2,5), consideradas especialmente peligrosas por su potencial de infiltrarse en los pulmones o la corriente sanguínea, superaba los 400 microgramos por metro cúbico en las mediciones del Centro de Control del Medio Ambiente de Beijing.
Según los aparatos instalados en la Embajada estadounidense en la capital china, la concentración llegó a superar esta mañana los 500 microgramos y la mala calidad del aire alcanzaba los 516 puntos, por encima de los 500 considerados el máximo de la escala.
Al complicarse la visibilidad, se cancelaron catorce vuelos en el aeropuerto de Beijing, diez de ellos internacionales.
Una tormenta de arena en Mongolia y Mongolia Interior se desplaza hacia el este y afectará gradualmente nuestra ciudad y elevará la concentración de partículas finas respirables. El nivel de contaminación general es serio y aconsejamos al público que permanezca en el interior de los edificios, indica el Centro de Control Medioambiental.
La fuerte contaminación del aire registrada en las principales ciudades de China en enero y febrero ha aumentado la preocupación por la mala situación medioambiental y las presiones para que Beijing acelere las medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono.