Los hombres que tienen por costumbre vaciar sus vejigas en las paredes, en el tronco de un árbol o en alguna calle, definitivamente no deben visitar Kenia en estos días. De hacerlo, podrían pasar hasta seis meses en la cárcel.
En Nairobi, la capital keniata, el gobierno decidió conformar una brigada encargada de arrestar a quienes encuentren orinando en lugares públicos.
Si los descubren, tendrán que pagar una multa que oscila entre los US$5 y los US$14, de lo contrario, podrían terminar tras las rejas.
La misión de estos funcionarios es asegurarse que las calles de Nairobi se mantengan limpias. Y para lograr este objetivo, harán uso de la tecnología que tengan a mano.
Las autoridades han informado que, para pillar a los culpables, utilizarán cámaras escondidas en distintos puntos de la ciudad.
Quienes están a cargo de vigilar a los individuos que no puedan aguantar las ganas de orinar, están convencidos de que esta actividad atenta contra el decoro.
Ese comportamiento no se justifica. Es una actitud que debemos erradicar, es un hábito, que si se repite, se convierte en una enfermedad. Tenemos que educar a las personas para que entiendan que es inaceptable. Tendrán que acatar la ley”, afirma Hillary Wambugu, quien se encuentra a cargo de la brigada anti orina.
VISIONES ENCONTRADAS El corresponsal de la BBC en Nairobi, Emmanuel Igunza, conversó con algunos de los habitantes de la ciudad y se encontró con opiniones divididas con respecto a la implementación de esta medida.
Principalmente, porque para utilizar los baños públicos en la ciudad hay que pagar (un monto poco menor a US$0,50).
Por ello, quienes están buscando trabajo prefieren utilizar ese dinero en una taza del té para el almuerzo, y no en un retrete.
Otros piensan que, siendo los hombres cabeza de familia, dan muy mal ejemplo cuando orinan en la calle, por lo que apoyan la decisión de las autoridades de contrarrestar dicho comportamiento.
No estaría mal dicen algunos que el gobierno incremente el número de baños públicos disponibles para la comunidad.
Poco después de que la iniciativa se lanzó esta semana, los miembros de la brigada anti orina capturaron a unos 100 infractores, quienes terminaron en un tribunal acusados de alterar el orden público.