Después de permanecer más de cuatro meses cerrado y tras siete reuniones marcadas por la tensión, Corea del Norte y Corea del Sur alcanzaron hoy un acuerdo para reabrir el complejo industrial conjunto de Kaesong, único proyecto vigente entre ambos países.
En la resolución, sellada a través de un acuerdo de cinco puntos, los representantes de las dos Coreas se comprometieron a no volver a suspender su actividad y a crear una comisión mixta para velar por su funcionamiento, según detalló el Ministerio surcoreano de Unificación.
Clausurado de forma unilateral por el régimen comunista de Kim Jong-un el pasado 8 de abril tras retirar a sus cerca de 54.000 obreros y vetar la entrada a través de la militarizada frontera entre los dos países, Kaesong volverá a reanudar su actividad después de que se lleve a cabo una inspección de las instalaciones.
Según precisó el Ministerio surcoreano, el acuerdo fue firmado en la ciudad de Kaesong, situada en Corea del Norte, tras el entendimiento alcanzado por Kim Ki-woong, representante por parte de Seúl, y su homólogo norcoreano Pak Chol-su.
Este último exitoso encuentro llegó marcado por la incertidumbre, al responder a un ultimátum lanzado por Corea del Sur el pasado 28 de julio, tras una sexta reunión en la que las posturas se alejaron por diferencias, sobre todo, en la activación de mecanismos para evitar un nuevo cierre unilateral por parte de Pyongyang.
A pesar de que no se ha precisado si el documento contiene las medidas de salvaguarda exigidas desde el primer momento por Seúl, los analistas surcoreanos dan por hecho su inclusión, al suponer un paso necesario para impedir de nuevo su clausura con independencia de la situación diplomática entre ambos países.
ENCUENTRO DECISIVO Este séptimo encuentro, que según los expertos se antojaba como decisivo, llega después de que Corea del Norte respondiera, tras una semana de silencio, al ultimátum de Seúl con un comunicado que generó optimismo al mostrar una actitud inusualmente positiva y abierta al diálogo.
En su misiva, Corea del Norte solicitó a las dos partes su compromiso para lograr un acuerdo perdurable de reapertura, al tiempo que anunció el fin del bloqueo de entrada al polígono y garantizó la seguridad de todos los trabajadores surcoreanos y de los materiales de las cerca de 123 empresas del Sur.
En el acuerdo firmado hoy, los dos representantes también encomendaron al futuro comité mixto de Kaesong la potestad de establecer las indemnizaciones pertinentes para las empresas afectadas por la prolongada clausura.
Según cálculos de finales de junio, el cierre de Kaesong ha provocado pérdidas superiores a los 900 millones de dólares a estas empresas surcoreanas, mientras que los analistas calculan que, por su parte, el régimen norcoreano ha dejado de percibir varios millones de dólares en deducciones de los salarios de sus empleados.
Durante este periodo, las empresas del Sur han contado tanto con préstamos de emergencia de las principales entidades financieras del país, por un valor cercano a los 640 millones de dólares, como con un fondo de garantía de más de 250,9 millones de dólares brindado por el Gobierno del Sur.
El complejo industrial de Kaesong, ubicado al sureste de Corea del Norte, fue abierto en 2004 como un proyecto de cooperación económica entre ambas Coreas cuando atravesaron una etapa de buenas relaciones a principios de la pasada década.
INCERTIDUMBRE A pesar de que los analistas ven el acuerdo como un posible punto de partida para reparar los deteriorados lazos bilaterales y resolver otros proyectos interrumpidos, como los viajes turísticos al monte Kumgang o las reuniones de familias separadas, otros no descartan que la situación empeore rápidamente.
En este sentido, el próximo lunes, los ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos comenzarán en la zona unas maniobras militares anuales en las que movilizarán unos 53.000 soldados, y que el Norte considera un ejercicio bélico, lo que podría generar una nueva escalada de tensión, como la que llevó al cierre del complejo el pasado abril.