El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, afirmó que Washington considera innegable el uso de armas químicas en el último ataque en Siria y advirtió de que el mundo exigirá responsabilidades en breve a Damasco, aunque no anunció qué tipo de acciones se podrían tomar.
La matanza indiscriminada de civiles () con armas químicas es una obscenidad moral. Es inexcusable bajo cualquier estándar y pese a las excusas y equívocos que algunos han fabricado, es innegable, afirmó Kerry en una declaración pública en el Departamento de Estado.
Aunque no acusó de forma inequívoca al régimen del presidente Bashar al Asad de estar detrás del ataque del 21 agosto en las afueras de Damasco en el que murieron cientos de personas, Kerry dejó claro que para Washington hay sospechas más que fundadas de que la mano de Damasco está detrás de la matanza.
GOBIERNO SIRIO EN LA MIRA Durante cinco días, el régimen sirio se negó a permitir a los inspectores de la ONU el acceso al lugar del ataque que lo habría exonerado. En vez de ello, atacó más esa zona, (..) destruyendo sistemáticamente las pruebas, recordó.
Ese no es el comportamiento de un gobierno que no tiene nada que ocultar, destacó.
Nuestro sentido de humanidad más básica se siente ofendido no solo por este crimen cobarde, sino por el cínico intento de ocultarlo, insistió.
Kerry reveló además que Estados Unidos posee información adicional sobre dicho ataque que dará a conocer en los próximos días.