La policía egipcia lanzó hoy gas lacrimógeno para dispersar a los seguidores del presidente derrocado Mohamed Mursi, que exigen su restitución en la presidencia, después de que éstos intentaran asaltar un edificio del gobierno en El Cairo.

Residentes locales lanzaron piedras contra los seguidores de Mursi, que se refugiaron en las calles cercanas al Ministerio de Asuntos Religiosos de la capital egipcia.

Cientos de islamistas acudieron hoy ante los ministerios de Agricultura, Justicia, Electricidad y Educación Superior. Los islamistas habían planeado varias marchas en El Cairo en una especie de desafío a las amenazas de la policía de desalojo de sus campamentos de protesta.

El gobierno respaldado por los militares considera las protestas islamistas, las mayores en el noreste de El Cairo y el sur de la capital, como violentas e ilegítimas.

SE ALISTAN LOS DESALOJOS Según informaron hoy medios egipcios, la policía ha comenzado a dar instrucciones a los habitantes de las casas situadas alrededor de los campamentos de protesta de los islamistas en El Cairo para el momento en que comiencen los desalojos.

El diario egipcio Al Watan afirma, citando a los habitantes de Naser City, que la policía pidió a los vecinos del barrio que cerraran todas las entradas a sus casas en cuanto las autoridades comenzaran a desalojar los campamentos de protesta levantados ante la mezquita Rabia al Adawiya. Además, solicitó que nadie tenga acceso a los tejados de las casas de alquiler situadas en la zona.

ISLAMISTAS QUIEREN DEMOSTRAR CONTUNDENCIA Los islamistas exigen la restitución de Mursi, derrocado en un golpe de Estado el pasado 3 de julio, tras multitudinarias protestas de sus opositores. Los seguidores de Mursi quieren ahora demostrar que en sus manifestaciones participan al menos la misma cantidad de gente que en las protestas de sus opositores que llevaron al golpe militar.

Y para probarlo, los islamistas filmaron las protestas desde el aire con pequeños aviones no tripulados, algo que ya emplearon también los manifestantes turcos del parque Gezi en Estambul en sus protestas contra el gobierno turco.

NOMBRAMIENTOS DE GOBIERNO DE FACTO Mientas, 25 gobernadores regionales, entre los que no hay islamistas, juraron hoy sus cargos ante el presidente interino Adli Mansur. Aún están pendientes de nombrar dos gobernadores.

Los últimos nombramientos de Mursi en junio incluían a al menos 12 miembros de los Hermanos Musulmanes, en lo que fue visto como un intento de los islamistas de seguir monopolizando el poder.

Entre los nombramientos de hoy hay al menos 15 ex generales. Algunos, como el de El Cairo, Galal Said, fueron miembros del disuelto Partido Democrático Nacional de Hosni Mubarak.

Adli se reunió con los nuevos gobernadores en presencia del primer ministro, Hazem Beblawy, el vicepresidente Mohamed El Baradei y otros ministros, para debatir la situación de seguridad en el país y cuestiones económicas y de desarrollo local en distintas provincias.

El partido salafista Al Nour, que apoyó el derrocamiento de Mursi, se negó a participar en la restructuración de gobernadores, según informó el diario estatal Al Ahram.