Miles de personas se concentraron hoy junto al Congreso de los Diputados de España en una iniciativa convocada por varios colectivos sociales para denunciar el secuestro de la democracia y los recortes del Gobierno, una protesta en la que se han registrado 14 heridos y 23 detenidos hasta el momento.
Según datos de las autoridades, unas 6.000 personas participaban a última hora de la tarde en la protesta bajo el lema Rodea el Congreso, después de haber marchado en dos manifestaciones por el centro de Madrid.
Los convocantes, la Coordinadora 25S y la plataforma ¡En Pie!, pretendían cercar la cámara baja parlamentaria mientras celebraba, como todos los martes, su sesión plenaria.
Más de mil policías antidisturbios estaban desplegados en la zona del Congreso, en pleno centro de la capital española y en la zona que agrupa a los principales museos de Madrid, así como en las inmediaciones de la Puerta del Sol, que albergó las acampadas del movimiento de los indignados en la primavera de 2011.
REPRESIÓN POLICIAL En un momento, la policía cargó con sus porras contra decenas de los manifestantes que se habían concentrado junto a las vallas situadas para proteger el Congreso, después de que varios jóvenes intentaran traspasarlas. Previamente muchos de los manifestantes habían lanzado pequeños objetos contra los agentes mientras otros intentaban calmar a los alborotadores.
Trece de los detenidos lo fueron en la carga que la policía efectuó con sus porras cuando un grupo intentó rebasar la primera de las dos barreras de seguridad situadas frente al Congreso. También fue arrestado un hombre que saltó una barrera con una bandera del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), así como un vecino de la zona, ajeno a los manifestantes, que protestaba por no poder acceder al interior de la zona vallada.
Los manifestantes habían coreado lemas como Eso, eso, eso, nos vamos al Congreso, Menos policía y más educación, Lo llaman democracia y no lo es o Detrás de los leones, hay muchos ladrones, este último en alusión a las dos estatuas de estos felinos que flanquean el edificio parlamentario.
También gritaban No nos representan, en relación a los diputados y lanzaron gritos pidiendo la dimisión del Gobierno de Mariano Rajoy, así como la apertura de un nuevo proceso constituyente en el Parlamento.
Entretanto, los parlamentarios celebraban una sesión plenaria en el hemiciclo, y sólo algunos diputados del grupo de la Izquierda Plural se acercaron a la multitud que se agolpaba en el exterior. Su portavoz, Cayo Lara, dijo que lo hacían para mostrar normalidad democrática y para respaldar a los manifestantes que secundaban la convocatoria Rodea el Congreso.
¿GOLPE DE ESTADO? Frente a ello, la dirigente del Partido Popular María Dolores de Cospedal, causó el enfado de los convocantes y de otras fuerzas políticas, por comparar la iniciativa de rodear el Congreso con la jornada del 23 de febrero de 1981, cuando tuvo lugar el intento de golpe de Estado en España, en los primeros años de la democracia.
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, señaló que la comparación, aparte de ser una barbaridad en términos políticos, es totalmente falsa.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, defendió el derecho de manifestación, pero dijo que llegar a una confrontación con la soberanía nacional supondría una agresión a nuestro sistema democrático.
Mientras se desarrollaba la protesta en Madrid, en Barcelona, al grito de ladrones y culpables, alrededor de medio millar de manifestantes del 25S se concentraron ante el Parlamento regional de Cataluña, donde increparon a los diputados y miembros del ejecutivo.