Los gobiernos y las instituciones europeas pidieron hoy a los partidos políticos de Italia que dialoguen y que pongan remedio a la inestabilidad surgida tras las elecciones generales.

En interés de Italia y de Europa lo decisivo es que se llegue a una estabilidad política y a la formación de un gobierno con capacidad de gestión, dijo el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle.

Para Francia, en cambio, lo sucedido en Italia es una advertencia al resto de Europa y a las políticas de austeridad, porque, según el ministro de Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, los italianos han rechazado la política impuesta por los mercados.

La canciller alemana, Angela Merkel, no puede dirigir ella sola Europa y fijar la cotización de la moneda única porque es una decisión colectiva, advirtió Montebourg.

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, fue el único alto representante de una institución de la UE que opinó hoy sobre los resultados en Italia, y lo hizo sobre todo para resaltar la necesidad de aceptar la voluntad democrática de la ciudadanía.

ESPAÑA Y PORTUGAL En España, también existe extraordinaria preocupación, según el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, por los resultados electorales en Italia, que son un salto hacia ninguna parte que no augura consecuencias buenas para nadie, ni para Italia ni para el resto de Europa.

El ministro de Exteriores portugués, Paulo Portas, afirmó que la creatividad y el talento de los italianos para afrontar situaciones difíciles les ayudará a superar el resultado de las elecciones.

Mientras, la Comisión Europea ha optado también por la prudencia. La CE tiene plenamente confianza a la democracia italiana y trabajará estrechamente con el futuro Gobierno para relanzar el crecimiento y el empleo de Italia, señaló el portavoz comunitario, Olivier Bailly, en la rueda de prensa diaria de la institución.