Esta serie de imágenes pertenece a una mujer que participa en las protestas en Estambul, Turquía. Vestida de rojo, collar y bolso blanco, la joven se manifestaba pacíficamente contra su gobierno, pero un policía enmascarado apareció frente a ella y le disparó gas lacrimógeno al rostro.

Las imágenes fueron compartidas por miles de usuarios en redes sociales y distribuida en carteles y afiches en paredes: ya es todo un ícono para las mujeres que hoy protestan en aquel país.

¿POR QUÉ PROTESTAN LOS TURCOS? Las manifestaciones, que se tornan cada vez más violentas por la dura represión policial, explotaron cuando numerosos ecologistas se manifestaran para salvar el Parque Taksim Gezi, el cual iba a transformarse en un centro comercial. Estas marchas, tras ser reprimidas violentamente por la policía, derivaron en un movimiento anti-gubernamental y liberal que se ha expandido a otras ciudades.

HABLAN LOS MANIFESTANTES En declaraciones que recoge el portal español Público “esa foto simboliza la esencia de esta protesta, dice Esra, una estudiante de matemáticas en el barrio de Besiktas, cerca del estrecho del Bósforo y uno de los epicentros de las protestas de esta semana. “También muestra la violencia de la policía contra manifestantes pacíficos, personas que simplemente intentan protegerse a sí mismas y a lo que valoran.

En un cartel pegado en las paredes de la ciudad, la mujer aparece mucho más grande que el policía. Cuanto más gas nos lancen, más grandes nos volvemos, reza el eslogan que acompaña a la imagen.

HABLA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Estados Unidos, la Unión Europea y grupos de defensa de Derechos Humanos expresaron su preocupación por la mano dura de la policía turca durante las protestas. En tanto, el primer ministro turco Recep Tayip Erdogan descalificó a los manifestantes el lunes llamándolos extremistas.

Si bien había participantes enmascarados que lanzaban piedras, también fue importante el número de mujeres jóvenes en Besiktas en los días previos. Las mujeres en Turquía temen la promoción del velo islámico, símbolo de la piedad femenina.