El lento proceso judicial desespera a 12 hinchas del equipo de fútbol brasileño Corinthians que están presos en la cárcel de la ciudad boliviana de Oruro, según fuentes judiciales.
Los doce miembros de la barra Gavioes da Fiel del Corinthians están presos desde el 20 de febrero, cuando murió el adolescente boliviano Kevin Beltrán por el estallido en su rostro de una bengala lanzada por seguidores del popular cuadro brasileño en el cotejo ante San José (Bolivia) por la Copa Libertadores.
Un juez boliviano ordenó la detención preventiva de los 12 hinchas en la cárcel pública de Oruro, sudoeste de Bolivia, por presunta participación y encubrimiento de la muerte de Beltrán.
¿Y LAS PRUEBAS? El presidente del Corinthians, Mario Gobbi, sostuvo el lunes en Sao Paulo que las autoridades bolivianas no han presentado hasta ahora pruebas de que alguno de los detenidos haya lanzado la bengala que mató a Kevin Beltrán.
¿Cómo pueden mantener a alguien preso sin pruebas?, se preguntó el dirigente, quien sostuvo que el arresto de los 12 brasileños es una brutalidad más grande que la muerte de Kevin: Ellos son inocentes, hasta que se demuestre lo contrario.
Los procesos judiciales son extremadamente lentos en Bolivia, al ingual que en otros países latinoamericanos, como el Perú, donde no se cumplen los plazos procesales. Las cárceles están pobladas por gente que no tienen sentencia condenatoria, simplemente una orden judicial de detención preventiva.
El Corinthians recibió sanciones por la muerte de Beltrán y jugó a puerta cerrada ante Millonarios. Además, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ofreció a su seleccionado para jugar el próximo sábado un amistoso en Bolivia para recaudar fondos para la familia del adolescente que murió en el estadio de Oruro.