Golpe contra la cúpula del partido ultraderechista griego Amanecer Dorado: su líder Nikolaos Michaloliakos y otros cinco diputados, así como en torno a 24 miembros del partido fueron detenidos bajo la acusación de pertenecer a una asociación criminal, informó hoy la policía.
Se trata de la primera vez desde la restauración de la democracia en Grecia en 1974 que un jefe de partido es detenido. A los miembros del partido neonazi se les acusa de homicidio, lesiones corporales y extorsión, así como ataques con explosivos y lavado de dinero, según supo DPA de círculos de la fiscalía general del Tribunal Supremo (Aropag).
Según los investigadores, también hay pruebas de que miembros del partido han cobrado cuotas de protección a numerosos dueños de comercios, así como a inmigrantes.
Tendrán un proceso justo, dijo el ministro de Justicia, Charalambos Athanasiou, tras un encuentro con el primer ministro, Antonis Samaras.
SUSTENTO DE LAS ACUSACIONES Las acusaciones se basan en declaraciones de inmigrantes, víctimas de lesiones y antiguos y activos miembros del partido. Además, al parecer el servicio de inteligencia EYP había interceptado llamadas telefónicas de funcionarios del partido por encargo de los investigadores.
Antes de partir a un viaje a Estados Unidos, el jefe de gobierno dijo que el lema a seguir ahora es justicia y estabilidad.
La democracia puede protegerse. La Justicia cumplirá su obligación. Las instituciones funcionan en nuestro país, dijo el portavoz del gobierno, Simos Kedikoglou, en una declaración televisada.
Todos los partidos saludaron la actuación de la Justicia. Únicamente el mayor partido opositor, la Alianza de la Izquierda Radical, acusó al gobierno de reaccionar demasiado tarde contra el fenómeno neonazi.
En reacción a las órdenes de detención, unos 200 seguidores del partido radical de derecha se reunieron ante la dirección de la policía de Atenas gritando lemas como sangre y honor, Amanecer Dorado o ladrones, traidores, políticos.
NIEGAN EL HOLOCAUSTO Las detenciones se producen una semana después de la violenta muerte del activista de izquierda y rapero Pavlos Fissas a manos de un radical de derechas en Pireo, cerca de la capital. Un hombre vinculado al partido fue detenido y acusado del crimen pero el partido había negado cualquier implicación.
En los últimos meses se produjeron además numerosos ataques con móviles racistas.
La cifra exacta de miembros del partido se desconoce. Entre otras cosas, niega el Holocausto.
Los ultraderechistas se vieron impulsados a raíz de la crisis financiera y política en el país y en las últimas elecciones de junio registraron el siete por ciento de los votos, lo que les permitió colocar a 18 diputados en el Parlamento de Atenas, de 300 escaños. Las últimas encuestas les atribuyen, sin embargo, el 13 por ciento de los apoyos, con lo que se convertirían en la tercera fuerza política de Grecia.