La menguante banda de insurgentes comunistas declaró una tregua temporal en las Filipinas tras el paso del tifón Haiyan.
El gobierno recibió con agrado el cese al fuego, pero pidió a los insurgentes que la hagan permanente y en todo el país.
En un comunicado colocado en un cibersitio del Partido Comunista, el cual fue visto el sábado y tenía fecha del jueves, el Nuevo Ejército del Pueblo dijo que interrumpirá sus ataques hasta el 25 de noviembre y se dedicará a las tareas de socorro debido a los estragos causados por el tifón.
El ejército sostiene que la insurgencia está prácticamente derrotada en las islas más castigadas por el tifón, Leyte y Samar. En los últimos años casi no se han denunciado ataques allí.
AUMENTA EL NÚMERO DE DESPLAZADOS Según informó la agencia nacional de gestión de desastres de ese país, el número de desplazados por el tifón Haiyan en Filipinas aumentó a más de tres millones.
La mayoría de los desplazados están en seis provincias centrales, mientras en Leyte, la más golpeada por el tifón, se han registrado 356.404 personas en refugios.