Escena del Estado de los Mitos. (Foto: Reuters)
Escena del Estado de los Mitos. (Foto: Reuters)

Luego de la tragedia de Charlie Hebdo, propiciada por unos dibujos satricos del profeta Mahoma, algunos se preguntaron: De qu se ren los musulmanes? Son capaces de burlarse de s mismos? En un contexto donde se pusieron en el mismo saco a rabes, musulmanes y terroristas, es preciso recordar que el humor no es exclusividad de los occidentales, los estadounidenses o los franceses.

En una zona del mundo azotada por invasiones, bombardeos y atentados, la risa tan humana y universal es el blsamo que ayuda a sobreponerse incluso en medio del terror. Eso s, Mahoma no est incluido en las bromas.

Los iraques han decidido valerse del humor para afrontar la amenaza de uno de los movimientos terroristas ms temidos: el Estado Islmico (EI). Los yihadistas son el blanco perfecto de un grupo de actores que, cada semana, se pegan la cara con largas barbas, se cubren con tnicas y se enfundan inmensas ametralladoras falsas. El Estado Islmico se convierte en el Estado de los Mitos, una serie cmica que se transmite cada semana en el canal estatal Al Iraqiya.

El programa empez en octubre pasado y es uno de los ms vistos de la televisin iraqu. Abordando al Estado Islmico con humor se puede reducir el miedo entre la gente, sobre todo entre los nios, cuenta Ali Al Qasem, director del sitcom. La apariencia de los miembros del EI es aterradora, pero presentndolos de un modo cmico, creo que puede ayudar a superar el terror.

Nos rebelamos contra Dios y matamos a todas las mujeres. Oh Gran Decapitador! dnde ests?, cantan Satans (rojo, con cachos y cola), el Guasn, Josep Stalin y Drcula. El videoclip con el que empieza el programa cuenta que Abu Bakr al Baghdadi el sanguinario jefe del EI naci de un huevo, ya vestido con tnica y barba. Al final del video ejecuta a todos.

Al Qasem dice que el show trata de combatir con humor la brutal, pero efectiva, propaganda del EI. Estamos defendiendo a nuestro pas con palabras. No usamos pistolas, no disparamos ni matamos a nadie. Ese no es nuestro trabajo.

Los actores, sin embargo, saben que caminan por una lnea delgada y peligrosa que podra acabar con sus vidas. Por ello, algunos han decidido no colocar sus nombres en los crditos. Otros no les temen. Estoy peleando con mi arma, que es el arte, para transmitirlo a la mayor cantidad de personas posible y mostrar la brutalidad de esta organizacin, dice Osama Abdul Wahid, uno de los protagonistas.

En la serie, los milicianos que rodean a Al Bahgdadi son borrachos, musulmanes extranjeros o militares olvidados de la poca de Saddam Hussein. Las mujeres aparecen totalmente cubiertas. Una de ellas conduce un noticiero en televisin pero ni siquiera se le ven los ojos y aun as lee el teleprompter.

Nuestra tarea es confrontar a nuestros enemigos de una forma diferente. Los artistas patriotas que amamos Iraq sentimos que vale la pena el riesgo para defender a la nacin, prosigue Al Qasem.

LA STIRA RABE

- Sarcasmo en Dubi El Pan-Arabian Enquirer es un diario digital satrico de Dubi que, entre otras cosas, se burla del lujo exorbitante del emirato.

- Video blogger saud Arabia Saud, uno de los pases ms fundamentalistas, tolera los videos de Fahad al-Butairi, que tiene un popular canal en YouTube.

- Por las mujeres Su video ms visto es No woman, no drive, que habla de la prohibicin de conducir para las mujeres.

CARICATURIZABLES Pero no solo en Iraq los musulmanes se burlan del Estado Islmico. El grupo palestino de comedia Watan a Watar tambin ha grabado sketchs que cuelga en YouTube. En uno de ellos, los terroristas esperan en la carretera a sus vctimas. Si son cristianos mejor, as logran ms bendiciones de Al.

El comediante libans Karl Sharro, que vive en Londres, ha usado tambin al Estado Islmico para sus stiras. En su blog recrea una sesin de psicoanlisis entre Al Bahgdadi y su terapeuta, el cual le recomienda quitarse el turbante y buscar en Google cmo administrar un califato.

Los memes y grupos de Facebook que se burlan del EI se han multiplicado. Si los yihadistas usan las redes sociales para difundir su sanguinario extremismo, el humor ha encontrado caminos para no minimizar esta amenaza, pero por lo menos dejar una sonrisa.

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