En 1961, Nelson Mandela era el hombre más buscado por el Apartheid, régimen de segregación racial comandado por la minoría blanca, instaurado en Sudáfrica desde 1949, por ser el joven abogado que lideraba las protestas antirracistas.
En esa fecha, Mandela, entonces político de 42 años, y acusado de alta traición por un supuesto intento de golpe de Estado, dio una entrevista a un medio de comunicación del Reino Unido, precisamente al periodista Brian Widlake, estando en la clandestinidad y bajo el cuidado de cientos de sus seguidores.
Durante el diálogo, que se ha convertido en un registro audiovisual para la historia sudafricana y para el mundo en sí, Madiba, como era llamado popularmente, expresó sus razones por las que el pueblo africano necesitaba ser libre y gozar del derecho a voto.
Al año siguiente de la entrevista, en agosto de 1962, Mandela fue apresado por el régimen Apartheid y condenado, dos años después, por sedición y sabotaje a cadena perpetua. Luego de 27 años, con 72 años de edad, Mandela fue puesto en libertad. Después de cuatro años se convirtió en el primer presidente de raza negra de su país.