El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que la muerte de cientos de civiles sirios en un aparente ataque con armas químicas es un evento importante de gran preocupación, pero enfatizó que no se apresuraría a involucrar a su país en una costosa guerra.
Estados Unidos sigue siendo un país en el que la gente espera que hagamos más que proteger sus fronteras. Pero eso no significa que tengamos que involucrarnos en todo de inmediato. Tenemos que pensar estratégicamente en nuestros intereses nacionales a largo plazo, aseveró durante una entrevista con CNN. Además, calificó de un tanto exagerada la noción que muchos tienen de que Estados Unidos puede resolver conflictos muy complejos, como los de Siria y Egipto.
El Gobierno de Estados Unidos, añadió, sigue recabando información sobre el supuesto uso de gas venenoso por parte del régimen sirio y dijo que, si se confirma esa denuncia, afectaría a algunos asuntos centrales de la seguridad nacional y la necesidad de proteger a nuestros aliados en la región.
La rebelde Coalición Nacional Siria (CNFROS) denunció que al menos 1.300 personas murieron el miércoles en un ataque lanzado por el régimen de Bashar al Asad en la zona de Guta Oriental, a las fueras de Damasco, acusaciones que fueron negadas por las autoridades sirias de manera inmediata.
Al ser preguntado sobre Egipto, Obama señaló que el tiempo para la búsqueda de una solución política y la reconciliación en ese país se acaba.
Tras ser depuesto el presidente Mohamed Mursi, el pasado 3 de julio, Estados Unidos trató de alentar a los militares para que buscaran una reconciliación, señaló. Pero no aprovecharon la oportunidad, añadió el presidente estadounidense.