El Gobierno panameño amplió hoy las medidas de ahorro energético ante la sequía que afecta al país y ordenó la suspensión, a partir de mañana y por tres días, de las clases en escuelas y universidades públicas y privadas.
La medida que afecta al sector educativo se suma a otras vigentes desde ayer, entre ellas una reducción de dos horas en el horario de trabajo de las oficinas públicas, limitar el uso de los aires acondicionados en esas dependencias, y apagar los avisos luminosos comerciales de las calles.
Las medidas preventivas fueron ampliadas en vista de que la falta de lluvias aparentemente se prolongará, y porque con las primeras de ellas no se alcanzó la meta de un ahorro energético de al menos un 5 %, afirmaron este martes las autoridades en una rueda de prensa en la sede del Gobierno.
El Gobierno del presidente panameño, Ricardo Martinelli, también conminó este martes al sector privado a apagar los sistemas de aire acondicionados entre las 11.00 y 15.00 hora local (16.00 a las 20.00 GMT).
RESIGNACIÓN La ministra de Educación, Lucy Molinar, dijo a periodistas que la la suspensión de las clases por tres días no es una medida de su agrado, pero que la aceptó en aras de no agravar un problema mayor.
Molinar indicó que las clases se recuperarán en la semana de receso escolar a fines de este mes.
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez, señaló que se observará día a día el desarrollo de la situación y que el domingo próximo se evaluará si se prolonga o no la suspensión de clases.
Henríquez señaló que con estas medidas se espera disminuir la demanda de energía, aunque alertó que se requiere de la aportación de todos, para evitar llegar al racionamiento de electricidad.
Si nosotros hacemos esto en estos días, con seguridad estaremos evitando recortes de energía que traerían consecuencias económicas negativas, resaltó Henriquez.
Las medidas preventivas han sido ampliadas en vista de que la falta de lluvias se prolongará y seguirá incidiendo en el descenso de los embalses de las hidroeléctricas, que producen el 60 % de la energía en el país.
El restante 40 % es producido por plantas a base de combustibles.