La policía turca arrestó en Esmirna a 25 usuarios de Twitter a los que acusó de incitar a las manifestaciones y la sublevación y de difundir propaganda a través de la red social, según informó hoy la cadena de televisión CNN Türk.
Por el momento se desconoce qué tipo de comentarios de los tuiteros provocaron su detención.
El presidente regional del partido opositor CHP en Esmirna, Ali Engin, aseguró que los arrestados apoyaban al movimiento de protestas que desde hace días se extiende en Turquía, y que se comprometieron por un país libre.
Si eso es un crimen, todos lo cometimos, aseguró Engin tras reunirse con la policía para recibir información sobre los arrestos.
UNA NOCHE DE VIOLENCIA Las fuerzas de seguridad continúan buscando a más personas acusadas de organizar actividades.
Las protestas continuaron hoy en Estambul tras otra noche en la que se registró violencia en varias ciudades del país.
Según los manifestantes y el canal de noticias NTV, la policía empleó gas lacrimógeno, pelotas de goma y cañones de agua para reprimir a un grupo de manifestantes que se dirigían a la plaza Taksim tras una manifestación pacífica. En el barrio de Besiktas, donde se encuentran las oficinas en Estambul del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, los manifestantes reclamaban la dimisión de su gobierno.
Antes de los enfrentamientos, en la plaza de Taksim se habían manifestado pacíficamente decenas de miles de personas, en medio de un ambiente festivo. Muchos de los manifestantes llevaban pancartas en las que criticaban o ridiculizaban a Erdogan y su partido islámico. La policía se mantuvo alejada durante esa manifestación.
REPRESIÓN POLICIAL Activistas turcos y medios de comunicación informaron también de enfrentamientos entre policía y manifestantes en la ciudad de Tunceli, al este del país. También en esta ocasión la policía empleó gas lacrimógeno y pelotas de goma. Además, según el diario digital Zaman Today, en Ankara fue detenido un iraní acusado de haber incitado a las protestas.
La cifra de heridos aumentó entretanto a 4.100, de los cuales 43 se encuentran en estado crítico, informó la asociación de médicos turcos TTB. Según informaciones anteriores, desde el inicio de las protestas se registraron dos muertos.
La ola de protestas se desató a finales de la semana pasada por la represión de una acampada organizada contra la destrucción del parque Gezi, situado junto a la plaza Taksim. Sin embargo, lo que comenzó como una crítica a un polémico proyecto urbanístico se convirtió en un movimiento contra la política de Erdogan, calificada de dictatorial por los manifestantes.
El martes el vicejefe de gobierno turco, Bülent Arinc, se disculpó por la violencia policial utilizada en días pasados contra manifestantes pacíficos, en un intento por reducir el nivel de conflictividad en el país.