Presos como Abu Jassem son confrontados con su pasado. (Foto: BBC Mundo)
Presos como Abu Jassem son confrontados con su pasado. (Foto: BBC Mundo)

Un equipo de televisin, una escolta de seguridad y dos convictos atraviesan Karrada, un distrito de la capital de Iraq, Bagdad, que fue recientemente escenario de una serie de ataques islamistas.Los residentes gritan insultos desde sus balcones y el convoy se detiene en el lugar de uno de los atentados.

Los prisioneros fueron llevados a Karrada para representar frente a la cmara los crmenes que confesaron como parte de un programa semanal llamado Bajo el dominio de la ley, que est siendo producido por la cadena estatal Iraqiya TV y el ministerio del Interior.

Los familiares de las vctimas se acercan y se turnan para regaar a los convictos, que permanecen silenciosos.Si se acercan demasiado, la polica los separa cuidadosamente.

El programa presenta entrevistas con prisioneros como Abu Jassem, condenado por participar en ataques del grupo yihadista Estado Islmico (EI).

Se muestra nervioso y mantiene la cabeza inclinada cuando da detalles del papel que jug. Antes del fin del programa, se le pregunta si est arrepentido.

S seor, dice Jassem en voz baja. El entrevistador no est satisfecho. S seor, juro que usted me ha convencido, exclama.

ENFRENTNDOSE A LA REALIDAD

Las entrevistas se presentan con minuciosos detalles, pero sin ahondar en la ideologa y los llamamientos del Estado Islmico.

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Bajo el dominio de la ley lo producen la cadena estatal Iraqiya TV y el Ministerio del Interior. (Foto: AP)

Le pregunt a Ahmad Hassan, el presentador del programa, qu piensa de sus entrevistados.

Los que estn en el frente son ingenuos, tienen conciencia y conocimientos limitados, dice.

En prisin, reflexionan sobre la sangre inocente que han derramado y se sienten abandonados por el Estado Islmico. Se enfrentan con la realidad.

Hassan afirma que unos 10 millones de personas ven su programa. Parece particularmente popular en las reas predominantemente chiitas que son atacadas con frecuencia, como Karrada, donde prevalece un ambiente vengativo.

Es un buen programa, pero deberan o ejecutar al terrorista en la escena del crimen o entregrselo a la familia del mrtir, dice Ammar, dueo de un restaurante golpeado por un reciente atentado.Ellos son los que han visto su corazn roto, agrega.

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Lo controvertido del programa se deja sentir durante la propia filmacin. (Foto: AP)

CHIVO EXPIATORIOS

En las reas sunitas, el programa es visto con sospecha.

Creo que todo es prefabricado, dice un hombre en el distrito de Adhamiya que pide que no se revele su nombre.

Alguien est en problemas con un agente, lo detienen por terrorismo y confiesa. Le ha pasado a familiares.

El hombre cree que la mayora de los que aparecen en el programa no tienen nada que ver con los atentados y no son militantes del Estado Islmico.

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Hassan asegura que ms de 10 millones de personas ven su programa. (Foto: BBC Mundo)

EI Estado Islmicolucha hasta el final y si los capturan los matan, no los llevan a juicio, dice. La justicia es para los inocentes.

Su impresin sobre el sistema de justicia iraqu est ampliamente extendida en Adhamiya.

El 2 de enero, una multitud se congreg en el lugar para celebrar el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.

Mientras los fuegos artificiales iluminan el cielo sobre la histrica mezquita de Abu Hanifa al Numan, una joven se aproxima atrado por la cmara.

Me dice que su hermano fue arrestado en 2007 por Despertar de Adhamiya, una milicia sunita aliada a Estados Unidos y el gobierno chiita de Iraq.

Acusado de asesinato y pertenencia a Al Qaeda, fue torturado hasta que confes. Fue sentenciado a muerte aunque la ejecucin qued suspendida.

Ms de dos aos despus, desapareci en el sistema de prisiones.

Toca en casi cada puerta de Adhamiya y oirs una historia similar, dice un investigador de derechos humanos que documenta abusos en las prisiones iraques.

MUERTE O ARRESTO

No es sorpresa que el programa genere reacciones enfrentadas. Los iraques tienen diferentes experiencias en la matanza que sigui a la invasin estadounidense en el 2003.

Los sunitas sufrieron ms represin estatal, mientras los chiitas se llevaron la peor parte de los ataques en reas civiles.

El programa no trata esta divergencia pero parece orientarse hacia los objetivos de guerra del gobierno.

Ms all de asegurarle a la audiencia de que las fuerzas de seguridad hacen su trabajo, Hasan enumera una lista de objetivos:

Proveer gua para las fuerzas de seguridad, que pueden aprender trucos que usan los terroristas, enviar un mensaje al poder judicial para acelerar los procesos y hacer que cualquiera que est pensando en cometer un crimen se lo piense dos veces.

En uno de los episodios, Hassan se dirige a la cmara con determinacin.

Su destino es la muerte o el arresto, no importa el tiempo que haga falta, asegura.

Un mensaje de poder y victoria asegurada sobre el Estado Islmico es repetido a lo largo del programa, de forma explcita en ocasiones e implcita en otras.

Pero casi una dcada despus de que el Estado Islmico naciera en Iraq, lo que sucede en el terreno sugiere que nada es inevitable.