Estados Unidos aseguró el martes que un caza ruso chocó contra uno de sus drones, lo que provocó que la aeronave no tripulada se estrellara en el Mar Negro. Moscú respondió de inmediato y dijo que el dron se estrelló después de una “maniobra brusca” y negó que alguno de sus aviones hiciera contacto con este. Y este miércoles, Kremlin subió el tono y advirtió que sus relaciones con Washington se encuentran en un “estado lamentable” y en su nivel más bajo.
Se trata de uno de los momentos de mayor tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia desde que se inició la invasión rusa de Ucrania en febrero del 2022.
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Los restos del dron cayeron sobre el Mar Negro, en aguas internacionales.
Rusia ya dijo este miércoles que intentará recuperar lo que queda del aparato, algo que tensará aún más la situación, pues si Moscú consigue rescatar el dron podría acceder a información sensible sobre la tecnología usada en estos Reaper MQ-9, que son naves de vigilancia y de ataque.
El incidente causó una inusual protesta diplomática de Estados Unidos y la convocatoria del embajador ruso en Washington.
También derivó en versiones distintas sobre lo ocurrido. Washington culpa a Moscú y viceversa. No está claro si la colisión fue accidental o intencional. En lo que ambos países sí coincidieron es en que el caza ruso estaba tratando de interceptar el dron.
El miércoles, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, trató de bajar los decibeles al asunto al admitir que probablemente el incidente fue un acto no intencionado por parte de Rusia.
Esto es lo que se sabe del tema:
La versión de Estados Unidos
El Pentágono y el Comando Europeo de Estados Unidos dijeron que dos aviones rusos Su-27 arrojaron combustible sobre el dron Reaper MQ-9, que realizaba una misión de vigilancia de rutina sobre el Mar Negro, en el espacio aéreo internacional.
Agregaron que los aviones rusos volaron alrededor y frente al dron varias veces durante unos 30 a 40 minutos. Luego, uno de los aviones rusos “golpeó la hélice del Reaper MQ-9, lo que provocó que las fuerzas estadounidenses tuvieran que derribarlo en aguas internacionales”.
Mientras que el general de la Fuerza Aérea James Hecker, comandante en Europa y África, dijo que las acciones del avión ruso “casi causaron” un choque entre las naves.
Por su parte, el portavoz del Pentágono, el general Pat Ryder, sostuvo que la colisión probablemente también dañó al avión de combate ruso Su-27, que finalmente pudo aterrizar, aunque no explicó dónde.
También descartó que la colisión pueda considerarse un accidente por parte de las fuerzas rusas.
”Teniendo en cuenta las acciones de los pilotos rusos, está claro que la maniobra fue insegura y poco profesional. Creo que los hechos hablan por sí solos”, indicó Ryder.
El Pentágono dijo que el dron estaba “muy alejado” de cualquier territorio ucraniano, pero no dio más detalles. Mientras que un funcionario de defensa estadounidense sostuvo que estaba operando al oeste de Crimea, sobre el Mar Negro.
En cuanto al destino del aparato, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Estados Unidos quiere recuperarlo, aunque reconoció que no será fácil, ya que el dron cayó en una zona “muy profunda del mar Negro”.
Remarcó que Estados Unidos ha tomado las medidas necesarias para limitar la capacidad de Moscú de extraer información de inteligencia del dron si lo encuentra primero.
La versión de Rusia
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que el dron estadounidense volaba cerca de la frontera rusa y que entró en un área que el Kremlin declaró fuera de los límites para ese tipo de vuelos. Agregó que el ejército envió aviones de combate para interceptarlo.
Afirmó que “como resultado de una maniobra brusca, el dron estadounidense entró en un vuelo incontrolable con pérdida de altitud y cayó al agua”.
Rusia ha declarado áreas amplias cerca de Crimea fuera del alcance de vuelos como el que realizaba el dron.
Desde la anexión de la península ucraniana en el 2014 y mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania el año pasado, Moscú ha denunciado que los aviones de vigilancia estadounidenses volaban demasiado cerca de sus fronteras, ignorando sus advertencias.
El ministerio reconoció que los aviones rusos interceptaron el dron, pero no usaron sus armas y “no entraron en contacto” con él.
Este miércoles, el canciller rusi Sergei Lavrov afirmó que Estados Unidos está “ignorando” el hecho de que Rusia estableció restricciones al espacio aéreo en el Mar Negro.
Por su parte, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, denunció que Estados Unidos “emplea muy activamente todos los medios de espionaje, tanto espaciales como visuales y de radiointeligencia”.
En la mañana del miércoles, Rusia exhortó a Estados Unidos a cesar los vuelos “hostiles” cerca de las fronteras rusas.
“Lo más importante, creo, es que los aviones y buques estadounidenses no tienen nada que hacer junto a la fronteras de la Federación”, subrayó Anatoli Antónov, embajador ruso en Washington. “¿Se imaginan que un avión, un dron ruso como ese aparezca cerca de Nueva York o San Francisco? ¿Se imaginan cuál sería la reacción de los medios informativos estadounidenses o del Pentágono a ese dron”, agregó.
Antónov aseveró que su país su país “no está interesado en la confrontación”, pero añadió que “salta a la vista que precisamente Estados Unidos lleva la situación a una escalada que puede desembocar en un conflicto armado directo”.
Por Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura
No creo que el incidente provoque una escalada bélica. Tanto Estados Unidos como Rusia son conscientes de que hay una delgada línea roja que no deben sobrepasar. Estamos en el nivel habitual de protestas, quejas, llamar al embajador a informes y luego seguirá la misma tensión y la misma mala relación.
Lo novedoso de este caso es que parece que hubo un contacto entre las dos aeronaves, y eso dañó el dron, por lo que tuvo que ser derribado por EE.UU.
Según datos de la OTAN, acercamientos peligrosos de este tipo hay al menos 10 cada año. En la mayoría de los casos no hay contacto físico.
El caso del dron llama más la atención porque ocurrió en el Mar Negro, que en este momento es una zona especialmente interesante porque desde ahí se puede observar una parte importante de Ucrania. Además, hay aguas internacionales, aguas territoriales rusas, hay aguas ucranianas, turcas y rumanas y, por lo tanto, de países de la OTAN.
En las aguas internacionales puede volar quien quiera, pero Rusia dice que se acercan mucho a su frontera.
Y no le falta razón, el Mar Negro es una zona que está siendo observada día y noche. Los ejércitos de Estados Unidos y del Reino Unido transmiten la información que recaban a los ucranianos, y ese es un apoyo muy importante en la guerra.
Hemos visto operaciones ucranianas de alta precisión contra objetivos estratégicos, pero todos sabemos que ellos no tienen los medios para conseguirla de manera independiente, le llega de otras potencias.
Lo que dice Ucrania
Ucrania también opinó sobre el incidente. El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Oleksiy Danilov, dijo que era una muestra de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tiene la intención de expandir la guerra.
”El incidente con el UAV (vehículo aéreo no tripulado) estadounidense MQ-9 Reaper, provocado por Rusia en el Mar Negro, es señal de la disposición de Putin para ampliar la zona de conflicto con la participación de otras partes”, aseguró Danilov en un mensaje en su cuenta de Twitter.
En su opinión, Putin está lanzando un desafío ante la pérdida constante de superioridad estratégica con la esperanza de que se produzca un cambio en las circunstancias por las que transcurre el conflicto.
Cómo es el dron MQ-9 Reaper
El dron Reaper MQ-9 fue diseñado para prolongadas labores de vigilancia, pero también tiene la capacidad para entrar en combate. Es operado de forma remota por un equipo de dos personas.
También es conocido como Predator B y tiene el aspecto de un avión.
Puede alcanzar una velocidad máxima de 480 kilómetros por hora, mide 11 metros y pesa unos 2.200 kilos. Puede transportar cargas de hasta 390 kilos.
Fue diseñado por la compañía General Atomics y entró en funcionamiento en el 2007.
Tiene la capacidad de volar durante 30 horas cuando lleva a cabo labores de vigilancia, aunque ese tiempo se reduce a 23 horas cuando está cargado con armas.
Está diseñado para poder llevar hasta ocho misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, destinados a destruir carros de combate, aviones y helicópteros, detalla en su web la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
El dron también puede incorporar un radar de apertura sintética, especialmente certero, y diferentes tipos de cámara para grabar videos: desde cámaras diurnas monocromáticas para grabar a color hasta cámaras de infrarrojos de onda corta, de acuerdo con la agencia EFE.
Fue usado de manera rutinaria en las guerras de Irak y Afganistán, tanto para labores de vigilancia como para ataques aéreos.
En enero del 2020, Estados Unidos lo utilizó para asesinar al general iraní Qasem Soleimani en las cercanías del aeropuerto de Bagdad, Irak.
La compañía General Atomics quiso mostrar su solidaridad con Ucrania y le ofreció esos drones por solo un dólar, pese a que fabricarlos cuesta más de 56 millones de dólares, según reportó en febrero The Wall Street Journal.
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