El referéndum de independencia de Escocia ya cuenta con una fecha fija: el 18 de setiembre de 2014, día en el que los ciudadanos de este país acudirán a las urnas para mostrarse a favor o en contra de la separación de la corona británica.

El anuncio lo dio el primer ministro escocés, Alex Salmond. “Un día histórico para los habitantes que decidirán sobre el futuro de su territorio”, dijo ante los aplausos de los diputados de Holyrood, en Edimburgo.

Con esta decisión, ya no hay mayor obstáculo para llevar a cabo la consulta popular. El conflicto era con Gran Bretaña, que buscaba terminar lo antes posible con el asunto, mientras que el Partido Nacional Escocés (SNP) de Salmond espera más tiempo para poder hacer campaña a favor de la independencia.

Actualmente, las encuestas señalan que una tercera parte de los cinco millones de escoseses son partidarios de la separación de la corona británica. El resto de la población quiere seguir como anexos a Gran Bretaña, de la cual son parte desde 1707.

Salmond indicó que, en 547 días, tendrá suficiente tiempo para convencer a la población para que se pronuncie por “una nueva relación modernizada con las otras naciones constitutivas del Reino Unido”, como Inglaterra, Irlanda y el país de Gales.