La disputas entre el ejército rebelde de Sudán del Sur y el presidente Salva Kiir ha provocado intensas luchas donde cientos de civiles han sido víctimas, sobre todo miembros del grupo étnico al que pertenece Kiir.
La represión ha cobrado desde el 15 de diciembre casi un millar de vidas, así lo reveló el coordinador humanitario de la ONU, Toby Lanzer. Pese a que las Naciones Unidas sostenga que la cifra oficial no supera las 500 víctimas.
Hasta el momento, los rebeldes, que apoyan al que fue vicepresidente de Salva Kiir hasta mediados de año, Riek Machar, han tomado ya dos de los diez estados de Sudán del Sur: Jonglei y Unidad.
Frente a ello, el mandatario Kiir ha anunciado una respuesta ofensiva inminente para recuperar en primer lugar a Bor y Bentiu, las capitales de ambos estados. Tomando el control de dichas ciudades, el ejército de Kiir volvería a tener el gobierno de la cuarta parte de la superficie del país.
A los fallecidos, y cientos de heridos, se suma la penosa y urgente situación que atraviesan los 100.000 desplazados internos, de los cuales 40.000 buscan refugio en las instalaciones de la ONU, reportó el organismo internacional liderado por Ban Ki Moon.
HALLAN FOSA CON 75 CUERPOS En la ciudad de Bentiu, una de las capitales tomadas por el ejército rebelde que lucha contra el presidente Salva Kiir, las Naciones Unidas ha reportado la existencia de una fosa común donde se hallaban enterrados 75 cadáveres.
De acuerdo a la alta comisaria para Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, en los últimos días se han documentado masivas ejecuciones extrajudiciales y ataques a personas tan sólo por su pertenencia a una etnia, lo que provoca que los casos de crímenes de lesa humanidad se incrementen.
Pillay asegura que en Yuba, capital de Sudán del Sur, habrían otras dos fosas.