Austria amaneció conmocionada por el sangriento episodio que vivió luego que un cazador ilegal tratara de huir de la justicia y matara a tres policías y un civil antes de, aparentemente, morir carbonizado cuando su refugio se incendió.

La sangrienta masacre del cazador furtivo, La sangrienta pesadilla parece un guión de cine negro, Cuatro muertos y seis niños huérfanos fueron algunos de los textos que se podían leer en los diarios de este país.

Todo comenzó cuando Alois Huber, de 55 años, estaba a punto de ser intervenidoen Annaberg, Baja Austria. Tenía cargos de haber sido un cazador ilegal desde el 2008. Sin embargo, la operación no salió como se esperaba.

Dos policías y un socorrista de la Cruz Roja murieron durante la intervención. Otro agente fue retenido como rehén y fue hallado muerto en su coche patrulla a pocos kilómetros de distancia.

Tras el baño de sangre, Huber se refugió en su granja en el distrito de Melk durante casi todo el martes. Pero cuando estaban a punto de allanar el lugar, se desató un incendio que habría sido producido por el mismo perseguido.

Luego de que se controlaron las llamas, la unidad de élite Cobra de la policía austriaca descubrió un cuerpo carbonizado. Por esto, se presume que el cazador habría decidido suicidarse al verse arrinconado.