LOURDES FERNÁNDEZ CALVO

Era 29 de julio de 1976. El incendio de una papelera en el Cercado de Lima empezó a movilizar a todos los bomberos. Una emergencia complicada: se estaban quemando más de 800 bobinas de papel.

Anselmo Talledo tenía entonces ocho años como bombero y no lo pensó dos veces antes de asistir al siniestro. Su único problema fue que ese día se casaba. “Eran las 6:30 p.m. y el fuego no cesaba. Mi boda era a las 7 p.m. Un comandante se me acercó y me dijo: súbete al jeep y te llevamos a la iglesia”, cuenta Talledo, luego de 37 años.

Talledo es ahora el jefe de la Primera Brigada de Lima Centro. Él cuenta la historia de su boda mientras su hijo menor de 25 años, quien también es bombero, toma un descanso luego de subir los cinco pisos del edificio de la empresa Tecnimotor, que se incendió el martes, en La Victoria.

“Ahora me voy con mi hijo a la bomba y mi esposa no se preocupará más. Sabe que nos vamos a cuidar”, dice sonriente.

En otra esquina del edificio, Milagros Descalzi ayuda a su hermana menor Estefanía a cargar la manguera hacia el primer nivel de la estructura.

Las dos han viajado cuatro horas desde Barranca para apoyar a los 50 bomberos que aún ayer luchaban con las llamas en los últimos pisos del edificio.

El padre de ambas, César Descalzi, es el jefe de la compañía de Barranca y es bombero desde los 17 años. Estefanía, Milagros y su gemela Pilar (quien no pudo llegar esta vez) le han seguido los pasos desde hace tres años. Dicen que quieren ser héroes como él.

“Yo soy bombera porque no me gusta ver a las personas sufrir y esta es la mejor forma de ayudarlas”, dice Milagros mientras se quita hollín de la frente.

Así como para los Talledo y los Descalzi, para los Calvo vestirse de rojo es parte de una tradición. Rafael Calvo, de 61 años, su hermano, sus tres hijos, su nieta, sus dos sobrinos y su cuñado son bomberos. Según el patriarca, auxiliar a las personas en emergencias más que un sacrificio es un honor.

En estas familias, las navidades se celebran en las tardes. Las noches son reservadas para salvar personas. “¿Cuándo dejaré de ser bombero? Solo cuando me muera”, asegura Rafael.

Los nueve bomberos Calvo también participaron de los trabajos de rescate en La Victoria.

EDIFICIO DEBERÁ SER DEMOLIDO Como ellos, más de 280 bomberos han participado en la emergencia de La Victoria. Así lo informó el vicecomandante Jorge Vera. Un grupo de 53 continuará hoy recogiendo los escombros del lugar.

Según la municipalidad victoriana, un informe realizado por el especialista en gestión de riesgo de desastres Julio Kuroiwa aconseja que el edificio sea demolido por la nula resistencia del concreto.

La comuna espera contactarse con los dueños de Tecnimotor para proceder al derrumbe.

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