Tras dos semanas de protestas, el gobierno del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se mostró conciliador y dejó el futuro del parque Gezi, en Estambul, en manos de la justicia, mientras los manifestantes aseguraron hoy que estudiarán la propuesta.
Durante la reunión mantenida la víspera con Erdogan, los representantes de la plataforma Taksim insistieron en sus exigencias, anunció hoy el grupo, que indicó que la decisión final será tomada en conjunto por los manifestantes.
El gobierno turco aceptará la decisión definitiva de un tribunal sobre el proyecto de construcción de un centro comercial en el parque Gezi, motivo de las protestas que enfrenta desde hace dos semanas y que derivaron en violentos incidentes, reveló en la madrugada el portavoz Hüseyin Celik.
Si en el proceso de apelación pendiente la corte decide confirmar la suspensión de la construcción del centro comercial, el gobierno lo aceptará, manifestó el vocero.
En caso de que el tribunal dé luz verde a los planes de construcción del centro donde actualmente se encuentra el parque, el gobierno dejará la decisión definitiva a la población, a través de un referéndum, añadió Celik.
NEGOCIACIONES TRAS DOS SEMANAS DE PROTESTA El portavoz anunció además que los policías que cometieron delitos serán castigados. La plataforma Taksim reclama, además del mantenimiento del parque Gezi, sanciones contra la violencia policial, la liberación de los manifestantes detenidos y el respeto a la libertad de expresión y de manifestación en el país.
Uno de los representantes del movimiento de solidaridad con Taksim, Tayfun Kahraman, afirmó en declaraciones al diario Hurriyet que el grupo reaccionaría positivamente a la actitud positiva del gobierno.
En tanto, la Unión Europea (UE) saludó las señales positivas y constructivas de Erdogan. Saludamos el claro compromiso de las autoridades turcas de interrumpir los trabajos de construcción en el parque Gezi hasta que la corte de apelación decida el tema, aseguró un portavoz de la Comisión Europea en Bruselas. Y saludamos también las investigaciones por la violencia desproporcionada contra manifestantes pacíficos.
La ola de protestas emergió hace dos semanas en Turquía por el violento desalojo de un campamento de protesta en el parque Gezi. Entre tanto los marchas derivaron en una protesta contra el estilo de gobierno autoritario de Erdogan.
En Ankara, el jueves por la noche la policía volvió a lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes. La situación hoy estaba tranquila en Estambul.
Por otra parte, la cifra de muertos por las protestas subió hoy a cinco, después de que un manifestante de 26 años falleciera este viernes en un hospital en Ankara. Los otro cuatro muertos son tres manifestantes y un policía.