La pérdida de una mascota puede doler tanto como la de un familiar u otro ser querido, ello por los lazos que se generan en el tiempo. Para Lisa Murray-Lang, una mujer del Reino Unido, Spud era su fiel compañero, pero hace poco murió y decidió emprender un viaje de más de 7,000 millas para honrar a su hámster.
La singular historia se ha vuelto viral en las redes sociales.
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Con la llegada de la pandemia del coronavirus COVID-19, muchas personas se aislaron en sus casas por temor a contagiarse y encontraron refugio en sus mascotas. Ese fue el caso de Lisa Murray-Lang, quien, seis meses antes de iniciar el confinamiento, acogió en su hogar a Spud, un tierno hámster.
La mujer británica, de 46 años, cuenta que ambos se sentían “atrapados” por la situación epidemiológica que vivía el mundo: ella sin poder salir y su hámster, por su parte, en su jaula.
“Así que estábamos atrapados en casa. ¡Estaba realmente preocupada y ansiosa!”, contó Murray-Lang al portal Khon 2.
De acuerdo a la página web mencionada, un día ella dejó salir a su hámster en su pelota de ejercicios y no logró escucharlo, por lo que entró en pánico. “¡Spud, sal! No tengo tiempo”, agregó.
“Viajando” por el mundo
Tras el susto, la mujer se percató que su hámster había estado encerrado toda su vida y decidió crearle escenarios de lugares famosos utilizando cartón. Así construyó el Palacio de Buckingham de Londres, la escuela de magos Hogwarts, Nueva York para ver a su amigo Stuart Little, entre otros.
“¡Se divirtió y mi mente se mantuvo ocupada! ¡Él me dio una razón para levantarme de la cama y nunca rendirme! ¡Le debo mi vida!”, precisó.
Hawái se convirtió en el lugar favorito de Spud, principalmente porque donde vivían quedó cubierto en nieve por un buen tiempo. ¿Qué hizo la mujer al respecto? Colocó arena, palmeras, una silla plegable y una “excelente vista”, acorde a su tamaño y espacio.
Honrar su memoria
Las aventuras de Lisa y Spud llegaron a su fin en marzo pasado, después de 3 años y 5 meses. Para honrar la memoria de su mascota, la británica viajó a Hawái para esparcir su cenizas.
La primera escala fue en Amsterdam y luego Honolulu.
Por el momento, Murray-Lang se encuentra en Waikiki y contempla la posibilidad de quedarse dos semanas más para conocer más lugares. La mujer agradece que el hámster haya llegado a su vida y se haya convertido en su compañero fiel durante la pandemia.
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