Se llama Yakiri Rubí. Es una joven de 20 años acusada de asesinar a su agresor al defenderse de un abuso sexual. La Procuraduría (fiscalía) General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en la Ciudad de México no creyó su versión y ordenó su encarcelamiento. Ahora la chica enfrenta un juicio que puede derivar en una sentencia de hasta 60 años en prisión.
El caso ha desatado una intensa polémica en México. Organizaciones civiles aseguran que Yakiri ha sido doblemente victimizada, pues las autoridades prácticamente han hecho a un lado su denuncia de violación y descartan que en la muerte del agresor hubiera legítima defensa.
La PGJDF responde que cumplió todos los protocolos legales para estos casos, e insiste en que tiene elementos para inculpar a la chica.
En el fondo las autoridades violan los derechos de la chica, algo que es frecuente en México, le dice a BBC Mundo Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (ADIVAC).
Las mujeres que dicen que viven violencia sexual y buscan el acceso a la justicia lo primero que hacen es cuestionárselo. Decir no es cierto, no es verdad lo que te sucedió hasta que me lo compruebes, denuncia.
Por lo pronto, el tema se convirtió en viral en redes sociales como Twitter y Facebook, donde se creó la página Yakiri Libre en la que decenas de personas reclaman su liberación.
En internet abundan las opiniones críticas contra la PGJDF como la que expresó en el portal ADN Político Laura Aragón, directora de la organización Mukira.
En su texto cuestiona al responsable de la PGJDF: Señor procurador Rodolfo Ríos Garza: su desinformación no justifica su machismo, indica.
MISOGINIA ¿Por qué el caso de Yakiri causa tanto revuelo? Por el ambiente de misoginia que parece existir en las instituciones de justicia, responde Laura Martínez.
Con frecuencia los casos donde se cometen delitos vinculados con el género las mujeres están en desventaja, asegura.
Martínez alega que, por ejemplo, cuando las mujeres pretenden denunciar violencia intrafamiliar los agentes del Ministerio Público rechazan iniciar una investigación, y cuando lo hacen integran expedientes de forma inadecuada, lo cual impide cual impide castigar a los agresores.
También sucede que en casos de abuso sexual los policías culpan a la víctima, e incluso se ha sentenciado por homicidio a mujeres que sufrieron abortos espontáneos, como sucede en Guanajuato y Quintana Roo, así como en regiones indígenas de Veracruz, Guerrero y San Luis Potosí, indica.
Además en los casos donde las mujeres cometen delitos hay jueces que les aplican las sentencias máximas, mientras que a hombres en esa misma situación las sanciones que reciben son menores, sostienen los críticos.
La misoginia está permeada en todos los ámbitos, sobre todo en el de la justicia y en delitos que tengan que ver con el género, explica la directora de ADIVAC.
En el país existen leyes para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, pero no se aplican en todos los casos y eso agrava el problema, insiste.
Si los funcionarios públicos siguen con los usos y costumbres que tenemos en México, donde las mujeres son para ser utilizadas en contra de su voluntad y para no respetarlas, se reproduce esa misoginia.
JUICIO Es por este contexto que el caso de Yakiri Rubí es uno de los más comentados en redes de internet y muchos medios mexicanos.
Desde que se conoció el tema se han realizado varias protestas para demandar su liberación, además que organizaciones de derechos humanos insisten en que la chica fue encarcelada mediante un proceso irregular.
La PGJDF insiste en que tiene pruebas para mantenerla en prisión. Uno de ellos es que Yakiri negó conocer a su agresor pero en su teléfono móvil se encontraron llamadas y mensajes entre ellos.
Abogados y activistas señalan que eso no demerita la denuncia por abuso sexual.
Más allá de la polémica la chica seguirá en prisión, pues el juicio en su contra por homicidio agravado está en marcha. Casos similares suelen resolverse en, por lo menos, un año.