El Ejército sudanés negó este sábado que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) controle el Palacio Presidencial y aseguró que ya hay desertores en las filas de las unidades rivales.
LEE TAMBIÉN: Trump vs. Biden: ¿rumbo a la revancha (más longeva) por la Casa Blanca?
“Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) difunden noticias falsas desde fuera de Sudán y reclaman el control de la Comandancia General y el Palacio de la República”, dijeron las Fuerzas Armadas sudanesas en un comunicado.
Asimismo, señalaron que “mientras algunos de sus soldados y oficiales que ahora no están militarmente calificados en medio de la ausencia total de su mando supremo y superiores huyen y dejan sus armas en las calles, otros entran en los barrios residenciales para refugiarse entre los ciudadanos”.
Igualmente, en otro comunicado, las unidades castrenses admitieron que las FAR estaban presionando sus fuerzas para controlar los principales edificios del país.
El Ejército también informó de que el comandante de las FAR en el estado del Nilo Blanco ha entregado “todas sus fuerzas, campamentos y equipo al comando del Ejército en el estado y anuncia que se unirá a la lucha” junto al Ejército, que sería oficialmente la primera unidad paramilitar que desierta de las filas de estas unidades.
El Ejército ya ha calificado a las FAR, cuyo líder es el vicepresidente del Consejo Soberano y número dos del Ejército, Mohamed Hamdan Dagalo, alias “Hemedti”, de “milicias rebeldes”.
Las Fuerzas Aéreas han comenzado a bombardear posiciones de las FAR después de que estas avanzaran en la batalla campal, y afirmaran haber tomado el Palacio Presidencial y el aeropuerto de Jartum, el más grande de Sudán, entre algunos puntos importantes.
El Ejército señaló en otro comunicado que en esos bombardeos han destruido el campamento de Soba, el lugar donde han comenzado esta mañana los ataques.
Las FAR acusaron al Ejército sudanés de lanzar una acción contra esta base de Soba en lo que calificaron como “brutal ataque”, mientras que las Fuerzas Armadas aseguraron que lo realizaron en respuesta a un ataque que las FAR habían llevado a cabo previamente en Jartum.
Hace dos días, el Ejército advirtió de que el país estaba atravesando una “coyuntura peligrosa” que puede llevar al conflicto armado después de que se “movilizaran” unidades de las FAR, el grupo paramilitar más poderoso de Sudán, en la capital sudanesa y otras ciudades.
“Hemedti” mostró ayer su disposición a buscar una solución a la tensión generada sin que haya un “derramamiento de sangre”, según informaron oficiales sudaneses que actúan como mediadores entre los militares.
Hasta el momento se desconoce la suerte de “Hemedti” y del presidente del Consejo Soberano y líder militar, Abdelfatah al Burhan.
Esta movilización se produjo en medio de negociaciones para alcanzar un acuerdo político definitivo que ponga fin a la asonada de 2021 y lleve a Sudán a una transición democrática, un pacto cuya firma ha sido pospuesta en dos ocasiones este mes de abril precisamente por las tensiones y rivalidades entre el Ejército y las FAR.
Las FAR surgieron de las milicias Yanyawid, acusadas de cometer crímenes de lesa humanidad durante el conflicto de Darfur (2003-2008).
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
Contenido Sugerido
Contenido GEC